MISAMO

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Mina trataba de recordar por qué hacía esto, así para cubrir a su mejor amiga, Tzuyu. Pero al parecer Mina no puede con todo esto, se supone que debía ser un día tranquilo, ahora se sentía más bien pesado.

Si llegaba a sufrir de estrés, primero ahorcaría a Tzuyu.

-Entonces, Dahyun no tardará en venir.-hablo la madre de Sana, siendo respondida por Momo.

-Eh...no...creo que no. Dahyun es una chica de palabra, si ella dice que vendrá es porque así será. Ella jamás buscaría un reemplazo para sus citas importantes.

Nayeon y Mina miraron seriamente a Momo, sin duda eso fue un mal chiste. De lo contrario para Sana y su madre, ambas creyeron que Momo era una chica increíble y con un buen sentido del humor.

-Entonces, quiero dejarles mi número por cualquier cosa.

-¿Número? ¿no piensa quedarse?-pregunta Momo.

-Viendo que estás aquí y que Dahyun no tarda en venir, creo que entonces ya no tengo nada más que hacer aquí.

-¿Qué? ¿Confías en ella?-pregunta atónita Nayeon.

-¿me dejarás sola?-pregunta Sana sin creerlo.

-Claro, necesitas tu propio espacio.-mirándola de frente.-acepto que tenía mis dudas en dejarte aquí. Pero viendo a la señorita Hirai, me doy cuenta que tendrás una buena compañía. Quería dejarte más instrucciones, pero sé que estarás en buenas manos en esta casa.

-Awww señora, muchas gracias. Usted me hará llorar.-secándose las lagrimas que no salían.

-Señora Minatozaki, si quiere puede quedarse. Mi madre no tardará en bajar y...-Mina quería continuar, pero luego recordó lo que su madre tenía planeado para las Minatozaki, pensó que quizás mucha gente es demasiado para Sana y su familia; además, esto debía ser una reunión con sus amigas, no para que su madre haga chisme.-eh...no se preocupe, Sana estará muy bien con nosotras.

-Eso espero.-dijo levantándose.-Nayeon, vámonos.

Nayeon sin ninguna opción, tuvo que fingir estar de acuerdo con su madre. 

-¡A la orden!-levantándose de inmediato.-ardillita, cualquier cosa me dices, yo estaré atenta al teléfono ¡te quiero!-la abraza por un momento.

-Yo también te quiero.

Momo miró con ternura la escena, se preguntaba cuál hubiera sido el resultado de todo, si Dahyun, su Dahyun hubiera cumplido con ella.

¿Se hubieran llevado bien?

Conociendo a su chica, la respuesta era sencilla: no.

De seguro Sana estaría encerrada en su casa como cualquier día, así que enviar a Tzuyu no fue una mala idea después de todo.

Quizás en el futuro ella y Dahyun recibirían la invitación de ser las madrinas de su boda.

Mina tenia dudas de dejar a Sana y Momo a solas, pero pensó que lo correcto era acompañar a la familia de Sana hasta la puerta, solo serían unos segundos, es imposible que Momo cuente algo en esos segundos, trataría de darse prisa y no distraerse con alguna conversación, pero viendo a la señora Jess, al parecer ella no estaría interesada en entablar alguna conversación con ella.

Debía avisarles a su novia y a Tzuyu que ya tienen el camino libre, solo que con un pequeño obstáculo, el cual espera deshacerse ahora.

Mientras tanto, Momo no quitaba la vista de encima de Sana, quien se apoyaba en sus muletas de antebrazo, con las correas ajustadas a sus brazos y las empuñaduras en sus manos. Sana parecía nerviosa, ajustando ligeramente las muletas mientras miraba a Momo con cierta inseguridad, podría jurar que recibió a su madre con otra mirada muy diferente.

Déjame caminar contigo - SaTzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora