El cuento de nunca acabar

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La taiwanesa había aprovechado el fin de semana para dejar sus solicitudes de trabajo así que se acercó a los locales más cercanos de su edificio, pero si era necesario recorrería el otro lado de la ciudad para buscar una oportunidad, fue dejando su solicitud en lugares en las cuales si ocupaban o no personal, aunque hubo uno que llamo su atención, se trataba de una recepcionista para una veterinaria, no parecía del todo segura en dejarlo ahí pero no perdía nada con intentarlo.

-¡Bien! Ya dejé todos, espero que por favor alguno me llame-se dijo así misma cruzando los dedos.

-¡Ey, yo te conozco!-alguien grito, que llamo su atención, era aquella chica de cabello corto de la casa de Sana.

-No, señorita, yo creo que me está confundiendo. - dijo intentado irse, pero Jeongyeon era más rápida.

-¿Confundiendo? Pero por supuesto que te conozco, eres Tzuyu. -afirmo, para la taiwanesa era algo confuso, la chica frente a sus ojos no parecía verla rara o que la juzgara, la veía contenta-¿Qué te trae por aquí?

-Disculpa, pero no recuerdo que tú y yo seamos amigas.

-Jajaja que carácter, lo siento mucho, pero aquella vez que te vi, aunque te hayas hecho pasar por alguien más, no sé por qué, pero me diste buena espina.

-Que lastima que no pueda decir lo mismo sobre ti.

-Ah, pero que fría me saliste.

-¿Y qué quieres que diga? te lanzaste sobre mí.

-Bueno sí, pero lo hice por proteger a mis seres queridos, creo que si te pones en mi lugar lo entenderías. Aparte a mi cuñada le hiciste el día, no sabes lo contenta que esta por "verte de nuevo" Dahyun falsa. -señalando entre comillas.

-Eres una tonta, yo solamente le hice un favor a Dahyun. No es la gran cosa. Además, me enteré que Dahyun si irá a verla, solo espero que no sea una idiota.

-No la conozco Tzuyu, pero sé que lo es.

-Escucha, yo solo espero que haga lo correcto y se busque una buena excusa, aunque siendo honesta, cualquier cosa que diga, estoy segura que Sana la perdonaría.

-Otra vez vuelves a tener la razón.

-Ya me tengo que ir, adiós cuñada de Sana.

- Adiós Tzuyu.-vio como la taiwanesa se marchaba hasta desaparecer de su vista, dudaba mucho si aquella chica buscaba algo en su veterinaria.-Hola Jin, ya llegue.

-Llegas tarde.- regaño un chico pelinegro, de labios perfectos.

-No, tú siempre llegas temprano, yo trato siempre de llegar a mi hora. -se ríe -Algo interesante esta mañana.

-No, nada. -respondió seriamente-Pero... una chica dejo una solicitud hoy, viene por el puesto de recepcionista, sigo pensando que no fue mala idea.

-¿Verdad que no? Y todavía decías "nosotros no necesitamos a nadie"-respondió imitando la voz de su compañero, viendo como este la miraba con una cara asesina- Jajaja es juego, pero ¿Puedo verlo?

-Claro, pero te va sorprender, esta chica es asombrosa, se nota que ha trabajado de todo, pero aun así quiero que esperemos estos días para que vengan más candidatas. ¡Solo mira esto! -extendiéndole aquel papel, que contenía los datos de Tzuyu.

Jeongyeon le echo un vistazo, no podía creer que una chica como Tzuyu haya trabajado tanto, el solo pensarlo la confundía simplemente le parecía irreal en como una niña rica ha trabajado todo eso, si ella no debe tener ninguna necesidad. No era nada personal, pero a lo mejor entraba en el lugar o quizás no, depende de las solicitudes que lleguen al local.

Déjame caminar contigo - SaTzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora