CRUEL

12

—¿Por qué se fue derrepente Clapton?—Papá no tarda en preguntar, yo veo a mamá y ella toma el brazo de él.

—Cariño, el señor Clapton es un hombre de negocio, su prioridad ante todo será eso.—Interrumpe En un tono tranquilo, giro mis ojos cuando papá está distraído mirándola, ella sonríe.

—Está bien.—Concluye un tanto dudoso tomando la mano de mamá y comienza acariciarla.

Siento la mirada de la mujer pelirroja fija en mi rostro pero no me atrevo a verla, ella había visto como Trece se fue casi corriendo detrás de la mujer rubia, el rostro sin expresión de mamá en ese momento me causó escalofríos.

Tengo un mal presentimiento.

—Iré al baño.—Aclaro mi garganta y me retiro sin verlos.

Aún sentía la mirada de mamá en mi espalda, estremeciéndome de pies a cabeza, era similar a cuando me arrebató a Tyron.

Salgo del salón y comienzo a caminar sin un rumbo fijo, solo quería estar sola unos minutos, sin la asfixiante presencia de mamá, las dudas de papá, las miradas y susurros de los invitados.

Todo por culpa de Trece.

Invito a su verdadera novia o no sé qué tipo de relación tengan, pero está poniendo en riesgo todo este espectáculo y causará que mamá aleje más a Tyron de mi para presionarme.

Tomo asiento en una banca de piedra que está rodeada por arbustos grandes y árboles, cierro mis ojos e inhalo hondo.

—¡Yo debería estar en ese lugar no ella!—Me quedó estática al escuchar el grito femenino detrás de mi.

Solo nos separa la pared de arbusto, al parecer no puedo tener ni un minuto de paz.

—¡Yo soy la verdadera dueña de ese anillo!—Abro mis ojos atónita, solo pasan unos segundos y escucho su llanto.

—No puedo ponerte en peligro, Caroline.—Murmura serio, no debería estar escuchando esto es mejor irme, hago el ademán de levantarme pero me quedo estática al escucharlo.—Esto no significa nada para mi...—Me estremezco, sé que esto es un show, pero aún así me resulta incómodo.

Me coloco de pie incapaz de escuchar más de aquella conversación y comienzo a caminar, cuando creo estar lo suficiente lejos de aquella zona me detengo, abrazo mi abdomen, estiro mi rostro al cielo y cierro mis ojos.

—Eres tan perfecto.—Sonrío sintiendo lágrimas bajando por mis mejillas.

Recorro con mi mirada aquel diminuto rostro con rellenas mejillas, tenía miedo de tocarlo y hacerle daño, aún siendo la viva imagen de aquel chico me parecía perfecto.

Siento algo jalar la falda de mi vestido causando que abra mis ojos y baje la mirada encontrando una piedra.

—Joven Brain, tenga más cuidado...—Una desgastada voz femenina se hace presente, mi interior se estremece al escuchar aquel nombre.—, lo siento señorita Jaidan se ensucio un poco su vestido.—Veo la expresión avergonzada y preocupada de la mujer.

Mis ojos buscan con ansiedad al pequeño pelirrojo, él se encuentra detrás de la mujer solo dejándome ver su rostro.

—Joven Brain pida disculpas.—Habla la mujer con seriedad, él me mira unos segundos antes de ver a otro lado.—Joven Bra...—La interrumpo al escuchar como elevó su tono.