—Aún estás a tiempo, Ida.—Susurra entre dientes mi padre disimulando una sonrisa.
Mi vista es un poco borrosa por el velo pero fija al hombre que me espera al final del pasillo junto al padre.
—Quiero estar con él.—Respondo bajo en un tono vacío.
Me sentía sofocada y cada paso que doy aumentaba una extraña pesadez en mis pies, mi cuerpo se oponía de una forma rara a llegar hacia ese hombre.
Tengo que hacerlo.
Me repetía una y otra vez en mi mente cree un patio gigante con juguetes regados y yo corriendo detrás de aquel niño de cabello rizado.
—Te hago entrega de lo más valioso que tenemos, cuídala.—Escuche las serias palabras de papá en la lejanía.
Mi padre parece no tener intención de entregar mi mano, pero Trece estira la suya y el tacto de papá es sustituido por uno más cálido.
—Lo haré con mi vida, señor Brain.—Pronuncia con su voz más ronca y sorpresivamente seguro.
Papá retrocede poco a poco, doy un paso para estar más cerca de él, mi cuerpo parecía moverse por si solo, yo me sentía en otro sitio.
Parpadeo cuando la mano de Trece me suelta y poco a poco revela mi rostro del velo, sus opacos ojos se fijan en los míos y parece perderse.
Yo giro mi cuerpo hacia el padre, quiero que esto termine lo más rápido posible, era la frase que más atravesaba por mi cabeza, me tenso al sentir como vuelve a sujetar mi mano para darle inicio a la ceremonia.
Todo transcurre con normalidad hasta que llega el momento de los votos, siento descargas eléctricas en mi espina dorsal cuando Trece toma mis dos manos y fija sus ojos en los míos.
—Yo, Duncan Clapton...—Hace una pausa para aclarar su garganta y mojar sus gruesos labios con su lengua.—, caí completamente cautivado por ti, sin tu saberlo fuiste y eres mi salvación y ahora te entrego a ti mi vida, puedes amarme o destruirme.—Me quedo quieta un poco sorprendida por la perfecta actuación de su voz y expresión.
—Yo, Jaidan Brain, estaré a tu lado siempre, velaré por tu felicidad y te amaré por el resto de mi vida.—Digo lo más alto posible, controlando que mi voz no salga temblorosa, sea dulce y suave.
Para mi eran palabras simples e insignificantes pero visualizar aquella pizca de brillo en los ojos frívolos del hombre tatuado me deja atónita.
Tenso mis hombros al escuchar algo romperse entre los invitados, giro mi rostro por instinto hacia donde supongo se escuchó y encuentro a un hombre, delineo su rostro.
Está por llorar.
Entre abro mis labios al ver la desesperación y ansiedad en su mirada pero también enojo y hostilidad hacia mi, por sus mejillas comienzan a bajar lágrimas y niega sin dejar de verme antes de girarse y retirarse con rapidez.
—Te amaré por el resto de mi vida, pelirroja.—Un susurro masculino lleno de dulzura y delicadeza resuena en mi cabeza.
Sigo su ancha espalda cubierta por un traje azul oscuro, mi expresión ahora es neutra y me es imposible despegar mi vista de ese lugar.
—Es momento de concluir con la ceremonia.—La voz desgastada del padre causa que salga de mi hipnosis.
Dirijo mi atención a Trece y me quedo estática al visualizar su perfil ya que mira a la misma dirección que yo hace unos segundos, no tiene ninguna expresión y su mirada está vacía, paso con dificultad saliva.
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CRUEL
RomanceÉl es trece. Primeros 9 capítulos en mi otra cuenta de Wattpad BellaLilH. Actualización cada semana Instagram: @bellalilh Safe Creative: 1512105987241