El sonido de mis dedos contra la madera es lo único que suena en aquella solitaria habitación, mi vista fija en aquel vacío asiento imaginando al pequeño de cabello rizado.
Dijo que me lo daría.
Me es difícil confiar en su palabra, pero él también perdería si falla en mi deseo, tengo cartas aún bajo mi poder y sé que él haría cualquier cosa para que sigan ocultas.
No querrá hacerme su enemiga, estuve bastante tiempo bajo las sombras esperando el momento, nadie podrá detenerme ahora, cualquier cosa que toque la puedo pudrir.
—¿Qué haces aquí?—Logro oir en la lejanía a mi madre con su usual tono molesto.
Sigo hipnotizada en aquel lugar, escuchando el eco de sus tacones haciéndose cada vez más fuerte y pronto mi visión es interrumpida por una mano larga y pálida haciendo chasquidos en mi cara, mis dientes rechinan y con lentitud dirijo mi vista a la suya.
—Recuerda que le llevarás comida a Clapton.—Me recuerda por milésima vez, resaltando aquel apellido como si le ocasionara satisfacción, o mejor dicho si lo hace.
—Cada 5 segundos lo recuerdas, es en lo único que piensas.—Respondo dirigiendo mi vista al sofá vacío.
El único toque que tuve con él fue en el momento de su nacimiento, la primera y última vez que lo toque, regrese aquí y ni siquiera me miraba.
—No debes dejar que ninguna simple mujer capture la atención de Clapton...—Siento algo frío colocarse en mi mejilla, regreso mi vista a ella y un escalofrío recorre mi espalda al encontrarme con su opaca mirada.—, tienes una gran belleza, pero también eres muy torpe, pero no te preocupes, cariño, mamá se encargará de todo, debes seguir mis consejos.—Susurra con un terrorífico tono cariñoso, sus dedos acarician mi mejilla.—Todo estará bien, Jaidan.—Clavo mis uñas en mi pierna al recordar esas mismas palabras.
Fue justo cuando me arrebató a Tyron por primera vez.
—¿Qué planeas hacer?—Mi voz es temblorosa y seca.
Veo el brillo en su mirada y como poco a poco se eleva la esquina de sus labios, yo podría pudrir cosas para obtener lo que quiero, pero mi madre va más allá, ella las desaparece.
—Toma un baño, ponte ropa bonita y llévale su comida a Clapton, cariño.—El frío toque desaparece de mi mejilla, ella se gira y comienza a caminar hacia la salida.
—Tendré a Clapton en mis manos, pero deja a Tyron en paz.—Digo en voz alta con seguridad.
Ella se detiene unos segundos antes de salir de la habitación, cierro mis ojos con fuerza y ahogo un grito, su ambición es más grande que ser madre, su objetivo siempre fue llegar a la cima, tener un apellido prestigioso, fortuna y ser respetada por los demás.
Pero la única forma de obtener todo eso es por medio de mi.
Mi padre fue un iluso, creó todo esto para ella, pensando que así lo amaría, egoístamente, sin importarles el daño que le hacían a sus hijos.
Limpio con brusquedad las lágrimas de mis mejillas, y respiro hondo.
—El espectáculo tiene que seguir, Jaidan.—Susurro con dureza antes de ponerme de pie y abandonar aquella habitación.
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—Buenas tardes, busco al señor Clapton.—Digo a la recepcionista, ella eleva su mirada y parece abalizarme antes de hablar.
—Buenas tardes, permítame un momento...—Responde amablemente y con una pequeña sonrisa, me limito a asentir.—, me podría decir su nombre.—Habla deslizando su dedo por la pantalla táctil de su computadora.
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CRUEL
RomanceÉl es trece. Primeros 9 capítulos en mi otra cuenta de Wattpad BellaLilH. Actualización cada semana Instagram: @bellalilh Safe Creative: 1512105987241