Oscuro Deseo © ✓ [Libro 1] (Sin Corregir)

Capítulo 5

"Monstruos y Oscuridad"

Una semana después.

Igual que cuando vine por primera vez, New York se encuentra atestado de personas concentradas en lo suyo. A nadie le importa lo que hagas, sino afecta en sus vidas.

Cuando era pequeña no pude notar esas pequeñas cosas, que hacen especial la cuidad. Además de ser una de las capitales de la moda, seguida de Milán, es el epicentro de los artistas.

Me encuentro leyendo un libro de romance juvenil, Aleska me lo dio antes de viajar, cuando nos despedimos en Amalfi.

—No te tomaba como alguien que lee Crepúsculo —dice Alexei a un lado de mí.

Sujeto con fuerza el libro.

—Es de Aleska, me lo presto, porque anda obsesionada con la saga y quería pegarme su fanatismo. —respondo fácilmente, pasando  la página y continuando mi lectura.

—Aun así ese estilo dulce y aniñado no te queda. Eres de otro tipo de libros.

—¿Cómo cuáles? —pregunto mirando sus ojos.

Se encoje de hombros.

—No lo sé, más oscuros, perversos. —acentúa las —. Pero sobre todo no unos, dónde vampiros tontos pelean por una estúpida chica. —señala.

Levantó una ceja.

—Oye, no solo hay vampiros, también hay lobos.

Suelta una pequeña risa y niega.

—Como sea, deja de perder el tiempo con eso y ponte a leer libros más interesantes, como de estrategias, guerras y no en esa basura juvenil que te pudre la cabeza con ideas equivocadas.

Frunzo el ceño.

—¿Para que leería de guerras? —cuestiono.

—Para que aprendas en que fallaron ellos.

—Esta bien —asiento—, tomaré tu consejo y lo haré, pero debo terminar este libro, porque se lo prometí Aleska. —explico.

—Bueno, pudre tu cabeza con esa basura para después, tú descanso terminó. Ahora continuemos con los entrenamientos.

—¿Seguimos con las peleas, con las artes marciales? —pregunto emocionada, dejando de lado el libro, me levanto y sacudo mis manos y pantalones deportivos.

—Príncipessa, no estábamos peleando, tú cuerpo estaba entrando en calor. Ya manejas bien tus extremidades —camina a mí alrededor, examinando mi cuerpo —, sabes hacer las llaves a la perfección, puedes tumbar e inmovilizar a hombres que duplican tu tamaño y triplican tu peso. —señala, mientras se toca la barbilla con la mano—. Pero, ¿Sabes hacer todo eso mientras manejas un arma?

—Claro que sí —respondo con rapidez—, puedo manejar cualquier pistola e inmovilizar a cualquier persona.

—¿Lo haces? —inquiere—, Pero yo no estoy hablando de pistolas o escopetas. —niega—. Hablo de cuchillos, navajas, hachas. —se detiene frente a mí y tengo que alzar la cabeza, a causa de su altura—  No siempre tendrás la oportunidad de usar armas con balas. Eleine, te pueden atacar en cualquier momento y puedes estar desarmada. Lo importante es que sepas manejar la situación a tu favor.