Oscuro Deseo © ✓ [Libro 1] (Sin Corregir)

Epílogo

—¿Qué está pasando? —pregunto.

El hombre frente a nosotros se carcajea.

—Pasa, que caíste en mi trampa —dice.

Paso la mirada de Ashton a su padre.

—¿Qué trampa? ¿De qué hablan?

Miro a los lados, buscando a mis hombres, pero solo encuentro  vacío y oscuridad.

—¿Dónde están mis hombres? ¿Dónde está Alexei?

André Blackffmor I, niega y me mira con burla.

—Eres muy inteligente, Eleine. Sabes la respuesta —señaló

El frío impregna todo mi cuerpo, Ashton a mi lado está inmóvil y en silencio.

—¿Dónde está, Alexei? —pregunto nuevamente.

—¡Esta muerto! —grita—. ¿Eres estúpida? Acabamos con él, y ahora vamos contigo —agrega.

Aprieto los puños, estos adquieren un color blanco, por la presión.

—¡Son unos malditos mentirosos! —grito—. ¡Mejor di que haces aquí, estúpido anciano!

—Bien. ¿No te has dado cuenta? ¿Llena los espacios.

Del auto a su espalda bajan tres hombres más, con trajes y la mirada sería.

Mi respiración está alterada. Ashton continua en silencio y con el cuerpo tenso.

Los miro a todos y aprieto la mandíbula.

—¿Fueron ustedes, no? —escupo—. Solo quiero saber, ¿Por qué?, ¿Por qué te uniste al Outfit, André Blackffmor? —cuestiono.

Se ríe y niega.

—¿Unirme? —repite—. Niña tonta, yo soy el líder del Outfit. —aclara.

Yo me quedo en shock y los miro a todos en silencio, a André Blackffmor, Anton Gibson, Lucio Antow y Fabricio D'fau . Me regresan la mirada y no se inmutan por el odio en mis ojos.

Me alejo de Ashton unos pasos, me mira con vergüenza.

—Eleine. . . —murmura.

—Esto es lo que querías decirme —lo interrumpo—. Eres un mentiroso, Ashton.

Se acerca a mí, pero retrocedo.

—Eleine, déjame explicarte —intenta hablar, pero lo empujó y golpeó su pecho varias veces.

—¡¿Qué demonios te pasa?! —grito.

Agarra mis muñecas y me  inmoviliza.

—Tienes que escucharme —dice asustado—. Eleine, si, pero. . . Recuerda lo que dije antes.

Me quedo con la boca abierta y lo miro indignada.

—Ashton, Ashton —niega su padre—. Siempre fuiste la decepción dos hijos —comienza—. Pero admito que hiciste muy bien tú trabajo.

Giramos la cabeza al mismo tiempo.

—¿Qué? —cuestiono.

Mientras Ashton niega, su padre habla, desde su lugar.

—Eres una estúpida, desde él principio te ha estado usando —se ríe y yo me suelto del agarre de Ashton—. Siempre lo a hecho, niña tonta.

—No. . . Eso no puede ser —murmuro.

—Eleine, por favor escúchame —intenta tocarme de nuevo, pero le doy un manotazo—. No le prestes atención. . .

—Aunque admito que tú debilidad es mayor, Ashton —continúa diciendo su padre—. Siempre te han dominado las emociones.

—¡Cállate! —grita.

—¡No! —responde—. Es hora de que se enteré de todo —hace una pausa y miro a Ashton con ira—. Desde que llegaste al país, mi plan inicio —lo miró con confusión y aclara&. Desde hace cinco años, cuando me enteré que ustedes estaban aquí, le di la orden a mis hijos y todo comenzó —niega y comienzo a sentir un dolor en el pecho, sentimiento llamado traición—. Quien diría que sería Ashton el que llegaría a ti y no André.

Mi mandíbula y manos comienzan a temblar, no por el frío esta vez.

—¿Por qué? —pregunto con voz cansada.

—¿Por qué? —repite y da un paso hacia mí—. Siempre fuiste una amenaza, lo supe desde que me enteré del embarazo de tú madre y lo confirmé cuando te vi esa tarde, hace cinco años lo confirmé —sus ojos azules como los de sus hijos me miran fijamente—. Eres la piedra en mis zapatos, Eleine Gabana, todos esos intentos para acabar contigo, y ninguno tuvo efecto —se ríe cruelmente —. Recuerda esto, Eleine —sonríe y de su cinturilla saca una pistola, quita el seguro y me apunta con ella—. La culpable de sus muerte eres tú, tú los mataste y eso quedará en tú conciencia, siempre.

Y dispara.

En mis oídos escucho un pitido.

El disparó nunca llegó a mí, porque un cuerpo se interpuso en el camino.

Con la respiración agitada, los ojos abiertos, llenos de sorpresa, temor y lágrimas, observo a Ashton. Se presiona el pecho, sus manos se llenan de sangre y me mira asustado.

Mi cuerpo tiembla de adrenalina, su padre grita y Ashton me empuja con su mano y mi pecho se llena de su sangre.

—¡Corre! —grita—. ¡Maldita sea, Eleine! ¡Corre!

Aún en shock, me quito los tacones y corro. Lo hago por instinto.

A mí espalda, ordenan que sujeten a Ashton, por dónde voy comienza a llover a cántaros, mi cuerpo se empapa, pero continuo corriendo.

Gritos sin sentido se escuchan y luego un disparo.

Una bala se incrusta en mi espalda y me detengo, bajo la vista a mi abdomen y me tocó la zona, mis manos se llenan de sangre. Ashton grita que se detengan y disparan dos veces más, al mismo tiempo.

Caigo al suelo, mi cuerpo tiembla, la lluvia cae sobre mi, la sangre se amontona a mi alrededor y siento como mis extremidades comienzan a entumecerse y mi respiración a detenerse.

A lo lejos escucho como Ashton grita que lo perdone.

Los culpables estuvieron frente a mí todo el tiempo y yo fui una estúpida por confiar en la persona equivocada.

Pero ya no siento nada.

Solo. . . Oscuridad.