Lo siento si alguna vez dije que te odiaba.

Capítulo XXIV

_________.

—¿Lo conociste en la guerra? —le pregunto a Klaus. Me a estado contando acerca de su amigo.

—Sí, bueno, un poco antes de la guerra —me dice y vuelvo a mirar la foto.

—¿Qué eran? —me atrevo a preguntar. Volteo a ver a Klaus y espero su respuesta.

—Amigos —me dice y yo entrecierro los ojos—. Nah, novios. Me conoces tan bien —acerca su mano a mi cabello y lo alborota un poco.

—¿Y por qué no te quedaste con él?

Por lo que me ha estado contando en el camino, se ve que Dave lo hacia muy feliz. Klaus me cuenta cosas tan maravillosas de él, que me da ganas de conocerlo. Lastima que sea de otra época.

—Dave murió, ________ —me dice y me sorprendo, pensé de todo menos el que esté muerto.

—Oh, yo...

—Eso te pasa por chismosa —habla Diego, mientras conduce.

—Yo solo quería saber por qué no terminaron juntos —le digo, girando hacia él.

—Pues mira como resulto —me dice y volteo a ver a Klaus, para segundos después volver a mirarlo él.

—Estuvo bien que le preguntará, para que así se desahogue.

—Pues creo que debías esperar a que él te lo dijera.

—Klaus no me lo iba a decir.

—Tal vez sí, tú que sabes.

—Sé mucho más que tú, idiota —le digo y él se gira hacia mí.

—No sabes absolutamente nada, no sabes nada de Klaus, lo dejaste abandonado a su suerte cuando mas te necesitaba, y piensas que se quiere desahogar  contigo cuando fuiste la persona que más daño le hizo de todos nosotros —me dice, para después volver su vista a la carretera, me quedo viendo su perfil y poco a poco la vista se me hace borrosa y nublada por mis lágrimas.

—Siempre me lo vas a recordar, ¿Cierto? —le pregunto y él simplemente mira al frente sin decir ni una palabra.

—Sí, porque aunque no lo creas le hiciste mucho daño a Klaus.

—Yo sé que cometí un error, pero ahora lo quiero arreglar, Klaus aunque no lo creas me preocupa —siento como una lágrima resbala por mi mejilla derecha y rápidamente me la limpió con algo de brusquedad.

—Porque te sientes culpable, solo por eso —dice Diego y arrugo mi entrecejo.

—¡No es así! —exclamo—. Sí, admito que me siento culpable por lo que ahora le está pasando a Klaus, pero yo en verdad me preocupo por él, no es por el simple hecho de que me sienta culpable, si no porque en verdad quiero que él vuelva a ser el mismo de antes.

—Y piensas que ahora va a cambiar por ti de nuevo, no lo creo, él ahora ya no qui...

—Pueden callarse un segundo. ¡Me duele la maldita cabeza, y su estúpida y aburrida plática solo me estresa! —exclama Klaus desde el asiento de atrás y lo volteo a ver—. No es culpa de _________, Diego, es culpa mía, desde el principio debí dejar las drogas por mí, no por alguien más, si de alguien es la culpa es mía —le dice Klaus y los tres nos quedamos callados.

Me vuelvo a acomodar en mi lugar y miro hacia la ventana.

—Pero yo te motive a salir de las drogas, Klaus, simplemente no puedo hacer eso, ¿Entiendes? —le digo, después de uno minutos de silencio, mientras sigo mirando hacía la ventana—. No puedo simplemente decir que te voy a ayudar y después irme como si nada, tú estabas dispuesto a dejar las drogas y yo...