Lo siento si alguna vez dije que te odiaba.

Capítulo VI

_______.

Tres días después

Ya han pasado tres días desde aquel casi beso en la habitación de five, y de nuevo nos hemos vuelto distantes —bueno, más bien, yo me aleje—, pero ahora extraño su cercanía.

Él me ha intentado hablar, pero yo inventó cualquier excusa para no hablarle, pero me siento mal. Quiero hablarle, pero no puedo, tan solo con mirarlo me ocasiona mil cosas y me es imposible hablarle.

Hoy es sábado y los sábados no entrenamos, así que sería buena idea para pasar tiempo con Klaus y Vanya. Una pijamada no estaría mal.
Me dirijo a la habitación de Klaus, pero no está.

Camino a la habitación de Vanya que está frente a la de Diego y a lado de la mía. Doy dos pequeños golpes a su puerta y giro mi cabeza hacía la habitación de Diego en lo que Vanya abre.

Giro mi cabeza de nuevo hacía la habitación de Vanya al escuchar la puerta abrirse, solo para ver a five frente a mí.

Maldición.

Nos vemos a los ojos por una fracción de segundos, que para mi es una eternidad. Vanya apareció detrás de five y desvío mi vista de los ojos de five hacía Vanya, quien me sonrió al instante.

—No te esperaba _______ —me dice Vanya incómoda.

Five se hace a un lado para que pueda entrar y segundos después así lo hago. Cierro la puerta detrás de mi y al hacerlo todo se vuelve silencio. Y no, no es un silencio agradable, es uno incómodo, muy incómodo.

Los tres nos quedamos de pie formando un triángulo, mientras intercambiamos miradas entre nosotros mismos.

No debí venir.

—Te espero en mi habitación a las siete, Vanya —le digo rápidamente a Vanya algo incómoda. Miro a Vanya esperando ansiosa su respuesta, para poder irme ya.

—Ahí estaré, también irá five —me dice y giro inmediatamente mi cabeza hacía five, quien mirá a Vanya confundido. Tal parece que eso no se lo esperaba.

—Está bien, también puede ir five —le respondo rápidamente. No me importa si five va, lo único que quiero es salir de aquí ya.

—No era una pregunta, ______ —me dice Vanya con una sonrisa en su rostro.

Esa sonrisa que hizo Vanya, me recuerda a las sonrisas que hace five, sus sonrisas son sarcásticas, arrogantes y egocéntricas.

—Bien, entonces a las siete en mi habitación. Sean puntuales —les digo a ambos y los dos asintieron al mismo tiempo.

Salgo de la habitación lo antes posible y me dirijo a la de Klaus, pero de nuevo, no lo encuentro.

Es raro que Klaus no esté en su habitación, ya que siempre lo encuentro en su habitación, casi nunca sale. La última opción es... Allison.

Me dirijo a la habitación de Allison que es la que está a lado de la de Klaus. Desde aquí puedo escuchar la risa de Klaus.

Doy dos golpecitos a la puerta de la habitación de Allison y al hacerlo la risa de Klaus se detiene. Acerco mi oreja a la puerta esperando escuchar algo, pero me alejo inmediatamente al escuchar pasos acercándose y en ese instante la puerta se abre.

—Ah... hola, ______ —me saluda Allison, como si no le diera gusto verme. A mí tampoco, pero aquí estamos.

—Hola, Allison —le digo seria.

—Si buscas a Klaus, déjame decirte que está conmigo, aunque creo que ya lo sabes —me dice Allison, con una pizca de malicia en su voz y con una sonrisa burlona en su rostro—. Y otra cosa, Klaus no se siente bien, así que se la va a pasar toda la tarde aquí... Conmigo.