Reencuentro
Cinco.
—¿Alguien más está viendo... Al pequeño número cinco o solo es idea mía? —veo como todos se comienzan a acercar a mí, sus rostros llenos de confusión.
Me miro y veo que vuelvo a tener trece años de nuevo.
Me meto a la academia y me dirijo a la cocina, los demás me siguen y al llegar a la cocina toman asiento.
Nos quedamos unos minutos en silencio y entonces se me ocurre hacer un sándwich de mantenimiento de maní con malvaviscos.
—¿Qué fecha es hoy? La fecha, exacta —digo estirando mi brazo para poder coger una bolsa de pan tajado.
—veinticuatro —dice Vanya.
—¿De qué?
—de marzo.
Solo quedan ocho días para detener el apocalipsis.
—Bien.
—Y... ¿Vamos a hablar de lo que paso? —pregunta Luther, pero lo ignoro. Saco dos panes y los acomodo en la delgada tabla que uso como plato.
—Han pasado diecisiete años —dice Luther poniéndose de pie delante de mí y alzando un poco la voz, al ver que lo e ignorado.
—Paso mucho más tiempo que eso —me teletransporto detrás de él y comienzo a buscar la bolsa de malvaviscos.
—No extrañaba eso —dice Luther.
—¿A dónde fuiste? —pregunta Diego.
—Al futuro —hago una pausa y me teletransporto de nuevo en frente de la mesa—. Y es una mierda por cierto.
—¡Se los dije! —dice Klaus, alzando el dedo índice en el aire.
—Ahh, debí hacerle caso al viejo —digo abriendo el refrigerador que está aún lado y busco el frasco de mantequilla de maní—. Ya saben, viajar en el espacio es una cosa, pero viajar en el tiempo es una lotería —digo sacando el frasco de maní y llevarlo a la mesa.
Meto el cuchillo en el frasco de mantequilla de maní y volteo a ver a Klaus, que se encuentra sentado arriba de la mesa con las piernas cruzadas.
—Linda falda —le digo y él baja la vista y observa unos segundos la falda.
Me concentro de nuevo en terminar de preparar mi sandwich.
—Oh —le oigo decir a Klaus.
Saco el cuchillo y comienzo a untar la mantequilla de maní en el pan tajado.
—Espera ¿cómo volviste? —pregunta Vanya.
—Al final tuve que proyectar mi conciencia hacia una versión suspendida y en estado cuántico de mi mismo, que existe en cada posible instancia de tiempo —explico mientras sigo esparciendo la mantequilla de maní por el pan.
—Eso no tiene sentido —le oigo decir a Diego.
—Si fueras más listo lo tendría —digo obvio y con la vista en mi casi terminado sándwich.
—¿Cuánto estuviste ahí? —pregunta Luther.
—Cuarenta y cinco años, masomenos —digo con simpleza.
Siento todas las miradas en mí. Hay unos segundos en los que nadie dice nada.
—Dices que tienes... Cincuenta y ocho —dice Luther y volteo a verlo.
—No, mi conciencia tiene cincuenta y ocho, mi cuerpo al parecer tiene trece otra vez —explico. Le pongo los malvaviscos a mi pan, pongo un pan tajado encima y termino de hacer mi sándwich.
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Lo siento si alguna vez dije que te odiaba.
Fiksi Penggemarlo siento si alguna vez dije que te odiaba. Cinco odia a _______, o al menos eso cree. ________, odia a cinco, o como ella lo conoce five. Será que solo finge. Descúbrelo en... Lo siento si alguna vez dije que te odiaba. No contiene +18. Esta histor...