Lo siento si alguna vez dije que te odiaba.

Capítulo XXVIII

_______.

Veinte minutos después.

Por fin llegamos a la casa de Harold Jenkins. La verdad el viaje fue aburrido, nadie decía nada, o al menos hacían algo. Es comprensible, porque en estos momentos hay que estar serios y no desperdiciar tiempo.

-¿_______? -escucho que dicen mi nombre, haciendo que salga de mi trance.

-¿Ah, sí? ¿Qué pasó? -le pregunto a Allison, desde adentro del auto, mientras que ella ya se encuentra fuera.

-Ya vamos a... Bueno... -me intenta explicar.

Frunzo el ceño sin entender que, hasta que recuerdo el porque de que estemos aquí.

-Ohhh, ya -le sonrió.

Abro la puerta del auto y salgo de este. No está tan mal la casa del tipo. Pequeña, pero espaciosa al mismo tiempo.

Diego va delante de nosotros, demostrando su liderazgo.

-Ten cuidado, Diego, no sabemos de lo que es capaz -le advierte Allison, pero... Es Diego.

-No me pareció peligroso cuando lo conocí -le dice Diego, ignorando la advertencia de Allison-. Es medio escuálido -cierto, Harold no parece alguien que sea fuerte.

-Sí, como la mayoría de asesinos y sicópatas -tambien es muy cierto lo que dice Allison, parece alguien que no dañaría a nadie, pero sin en cambio puede ser todo lo contrario.

-Tiene razón, Diego -le digo yendo a un lado de Allison-. Si no, míralo a él -señalo a cinco.

-Gracias.

Veo a Allison irse a otro lado, supongo que va a la entrada trasera.

-Buen punto -me dice Diego, mientras sube dos escalones que hay delante de la puerta de la entrada-. ¿Y qué quiere este tipo con Vanya? -le pregunta Diego a cinco.

-No sé, le preguntaré después de matarlo -le dice cinco con simpleza.

Diego se detiene y se gira hacia cinco.

-Wo, wo, wo, wo, wo, primero voy a entrar -le dice Diego, deteniendo a cinco con su mano-. ¿Saben qué? Sería fabuloso que se...

Miro a cinco venir a grandes zancadas hacía mí y sin esperarlo, me toma de la mano y se teletransporta.

Que rápido fue entrar a la casa. Por dentro es linda, igual por fuera, pero me gusta más por dentro.

Me sobresalto al escuchar el sonido de una ventana romperse. Cinco y yo nos dirigimos hacía la entrada, que es donde provino el ruido y encontramos a Diego tirado en el piso.

Me dirijo hacía la puerta y compruebo que está abierta.

-Si sabes que la puerta estaba abierta, ¿verdad, Diego? -suelto una risa sin poder evitarlo.

-Sí, pero mi método también funciono -me responde, mientras se levanta con algo de dificultad.

-Separense y griten si están en problemas -nos ordena Diego, mientras camina hacia otra parte con algo de dificultad.

Veo a Allison subir las escaleras.

-Como líder es inspirador -me dice cinco.

-De lo mejor.

Subo las escaleras yo también y me meto en su habitación, pero apenas voy a abrir un cajón cuando...

-¡Oigan tienen que ver esto! -nos llama Allison.

Salgo de la habitación y al salir al pasillo veo una escalera que desciende del techo. Segundos después escucho a Diego y a cinco venir.

Me subo las escaleras y al igual que Allison me sorprendo. Hay fotografías de nosotros en la pared, pero las fotos están tachadas y quemadas.