| 13 | UN BESO, UNA DISCUSION Y LAS MALDITAS MARIPOSAS EN EL ESTOMAGO

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SHOSHANNA

 
Un dolor punzante en la cabeza me recordaba las desagradables experiencias del pasado, dejando estragos en mi paz mental. Dudé en llamar a Kiara y rogarle que inventara una excusa, ya fuera un accidente, una amenaza terrorista o cualquier cosa que pudiera liberarme de esa cena incómoda. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de marcar su número, Kyle hizo su aparición en el hall del tocador. Se apoyó con desenfado en la pared y me observó detenidamente.

— ¿Estas bien? —preguntó con una expresión que denotaba curiosidad sincera.

Mis ojos se encontraron con los suyos, y por un momento, me sentí atrapada en un torbellino de recuerdos. Tragué saliva antes de responder, tratando de mantener la compostura.

—Sí, solo necesitaba un momento para despejarme. —mi voz sonó más firme de lo que me sentía.

Kyle se apartó de la pared y se acercó, mostrando una sonrisa que, a pesar de mis esfuerzos, logró desestabilizarme.

—No era mi intención remover el pasado de esta manera.

Sus palabras me desconcertaron. ¿Realmente estaba siendo sincero o solo jugaba conmigo? Lo miré con cautela, intentando descifrar sus verdaderas intenciones.

—Tu nivel de acoso está fuera de control... —espeté molesta por su comportamiento —. ¿Deseas seguir avergonzándome?

Su sonrisa juguetona se marchitó.

—Lo siento.

— ¿Sientes ser un obsesivo acosador y psicópata? —pregunté, enarcando una ceja.

—No, siento haber arruinado tu cita. Estaba jodidamente celoso.

Algo revoloteó en mi estómago. No, no eran mariposas. No podían ser las jodidas mariposas de las que todo el mundo habla, porque si era así, las iba a intoxicar con tanto vodka que explotarían en mi interior hasta provocarme acidez.

—No tienes por qué. —dije con desprecio —. Tú y yo no somos nada, Stantton.

—Explícale eso a mi cabeza. Tienes a mis neuronas idiotizadas.

—Tus neuronas ya eran idiotas, eso no es mi culpa.

Intenté caminar hasta el salón, pero me detuvo, apretando con su mano mi muñeca.

—Estoy siendo un completo energúmeno, ¿cierto?

—Eso no sería nada nuevo —Respondí con sarcasmo, intentando liberar mi muñeca de su agarre.

—¿Por qué no conmigo y sí con el imbécil que prefiere hablar de política con un idiota que se coló en su mesa en vez de estar satisfaciendo todos y cada uno de los deseos de su cita? —preguntó afectado —. No puedo entenderlo.

—Estás acostumbrado a tener todo lo que deseas. Las cosas no son tan fáciles en la vida. —respondí.

Apretó los labios y me soltó. Me sentí un poco miserable por la manera en que lo había tratado en la mesa, pero me resultaba imposible entablar una conversación sin que el pasado se involucrara. Caminé unos pasos alejándome de él, sintiendo una extraña mezcla de satisfacción y remordimiento.

Kyle me alcanzó, manteniendo una distancia respetuosa.

—Shoshanna, lo siento. No quiero ser un estorbo ni arruinar tu noche. Si realmente deseas que te deje sola con Eliot...

—Emmett.

—Con Emmett, le diré a Esteban que nos vayamos.

Lo miré a los ojos, encontrando un atisbo de sinceridad en su expresión.

SEDUCEME ©  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora