SEDUCEME © [COMPLETA]

| 21 | UNA NOCHE SALVAJE Y PARTES INTIMAS CERRADAS POR INACTIVIDAD

SHOSHANNA

Las emociones fluían vertiginosamente en mi cabeza. Podría frenar esto y regresar a mi rutina habitual, alejarme de Kyle Stantton, pero lo deseaba.

Mierda, lo quería desde la primera vez que lo vi llegar a casa de Sam con esa chaqueta de cuero costosa y el casco de la motocicleta en la mano. Me pareció la persona más hermosa del mundo, y cuando me sonrió de lado, simplemente caí abruptamente a sus pies.

El problema era que había corrido mucha agua bajo ese puente, y aún no estaba segura si podría olvidar todo lo que había sucedido entre nosotros.

Jadeé en estado de shock cuando tomó un puñado de mi cabello y tiró hacia atrás, otorgándole mejor acceso a mi boca. Ignoré todas las alarmas y gritos de mi conciencia, rindiéndome completamente al fuego que nacía desde mi interior. La respiración lenta y profunda de Kyle erizó todos los vellos de mi cuerpo. Su erección golpeaba directamente contra mi centro a través de la tela del jean, y por primera vez en la vida, odié no llevar falda.

Se separó ligeramente para succionar mi labio inferior, y gemí involuntariamente. Ame que hiciera eso. Su mano se envolvió alrededor de mi cuello y la otra apretó mi trasero fuerza.

Kyle me miraba con intensidad, como si pudiera leer mis pensamientos más íntimos. Me sentía atrapada en su mirada, pero también anhelaba más de ese juego peligroso. Cuando llegamos al umbral de la habitación, un suspiro escapó de mis labios, mezcla de anticipación y nerviosismo.

Con un movimiento firme, Kyle cerró la puerta detrás de nosotros. El sonido resonó en el ambiente, marcando el inicio de un capítulo desconocido. Las sombras danzaban en las paredes, reflejando el caos que se desataba en mi interior.

Kyle acarició mi mejilla con suavidad, deslizando sus dedos por mi piel con una ternura que discrepaba con la urgencia en nuestros cuerpos. Cada contacto, cada roce, era como una chispa que avivaba el fuego en mi interior.

—Shoshanna... —murmuró, su voz cargada de deseo.

Me perdí en sus ojos, ese lugar donde parecía que todo podía suceder. Las palabras se volvieron innecesarias mientras nos sumergíamos en susurros y caricias. Una mezcla de emociones y pasiones reprimidas durante años fluía entre nosotros, como un río.

Después de un beso apasionado, Kyle me miró con complicidad. Sus manos comenzaron a deslizarse por mi espalda, explorando cada rincón de mí ser. Me recostó con firmeza en la cama, desatando una vorágine de emociones intensas. Con una urgencia clara, rasgó la cremallera de mi blusa, arrancándola de mi cuerpo sin pedir permiso. A pesar de que la prenda tenía un precio considerable, mi excitación impedía que protestara; me abandoné al deseo que ardía entre nosotros.

Mis pechos quedaron al descubierto, y su mirada hambrienta recorrió cada centímetro de mi piel. Me estremecí ante la intensidad de su deseo, una conexión carnal que nos envolvía como un fuego incontrolable que no se extinguió pese al tiempo que había pasado. Sus manos expertas exploraron mi cuerpo con avidez, desencadenando sensaciones que amenazaban con agobiarme.

El tacto de sus dedos sobre mi piel desnuda enviaba corrientes eléctricas a través de mi ser. La habitación se llenó de gemidos, mientras nos entregábamos al torbellino de pasión que nos envolvía.

Kyle intensificó su toque, frotando con su pulgar uno de mis pezones. Mi cuerpo respondió inmediatamente, suplicando por más atención. En un movimiento decidido, se despojó de su camisa, levantándola sobre su cabeza. Ante mí se reveló su torso desnudo, una visión que desafiaba la misma noción de perfección.

Cada línea definida de sus músculos delineaba una escultura masculina, y mi mirada se detuvo en la armonía de sus hombros, el pecho robusto y el abdomen marcado. La simple palabra "perfección" quedaba pequeña e insuficiente para describir la maravilla que tenía ante mis ojos.