SHOSHANNALa excitación de Kiara era palpable cuando llegamos al cierre de campaña en el centro de convenciones Walter E. Washington. Su rostro se iluminó al notar la sofisticación del lugar, y no pude evitar compartir su asombro. El centro era un verdadero prodigio tecnológico, siendo el primero en utilizar tecnología antimicrobiana desarrollada por la mismísima NASA.
El espacio contaba con el centro de señalización digital más grande de su tipo, con más de doscientas pantallas distribuidas estratégicamente en toda la instalación. La inmensidad y modernidad del lugar eran impresionantes, pero lo que realmente capturó nuestra atención fue la exhibición de arte público. Esculturas, pinturas y fotografías adornaban los espacios, aportando una dimensión artística a la atmósfera política del evento.
Nos sumergimos en la bulliciosa multitud, absorbidas por la energía del lugar. La campaña de Kyle había logrado crear un evento que combinaba la eficiencia tecnológica con la expresión artística, ofreciendo a los asistentes una experiencia única. Era un testimonio de la visión progresista que Kyle abanderaba en su campaña política.
Kiara y yo nos movíamos entre la gente, admirando las obras de arte y disfrutando del ambiente festivo. Era un cierre de campaña digno de recordar, y estábamos ansiosas por presenciar el discurso final de Kyle.
La exuberancia del evento era evidente, y resultaba claro que solo alguien con la riqueza de la familia Stantton podría permitirse un cierre de campaña de tal magnitud. Generación tras generación, los Stantton habían acumulado una vasta fortuna, convirtiéndolos en protagonistas indiscutibles de la élite económica.
Entre la multitud, pude divisar a Taylor emocionado y a Solange con su prometido, inmersos en la euforia del momento, intentando extraer información vital y tomando fotos con las personalidades famosas que habían acudido para respaldar al candidato. La escena se asemejaba más a la alfombra roja de una entrega de premios que a un simple cierre de campaña política.
Negué con la cabeza, ligeramente abrumada por el despliegue de lujo y excentricidades que caracterizaban el evento. La sensación de estar inmersa en un mundo donde el dinero podía comprar cualquier cosa, incluso la simpatía de las figuras públicas, me resultaba desagradable.
Aun así, permanecí en el lugar por respeto a mi trabajo y para apoyar a Kyle en este crucial momento de su campaña.
Owen, quien estaba de pie en un rincón entablando conversación con unos desconocidos, me dedicó una sonrisa y se dirigió hacia mí para saludarme. Vestido con un elegante traje, lucía increíblemente atractivo y apuesto, muy lejos de la imagen de hombre religioso que tenía en mi memoria.
— ¿Quién es ese? —susurró Kiara entre dientes —. ¡Dios mío, que hermoso es!
—Sí, invoca a Dios... literalmente. —bromeé riendo —. Es el hermano de Kyle, Owen. Es diácono de la iglesia.
—Owen... ¡Dios aprieta, pero tú, ahórcame! —exclamó, mordiéndose los labios —. Padre, castígame porque he pecado.
— ¡Cállate, maldición! —le respondí, riendo ante la reacción desinhibida de Kiara.
Me avergonzaba pensar que Owen pudiera escuchar los pensamientos impuros que mi prima tenía en su cabeza, aunque con su atractivo suponía que debía sucederle muy a menudo, y quería creer que tal vez sus misas eran sorprendentemente más concurridas de lo esperado gracias a esa belleza que portaba.
—Shoshi... me alegra volver a verte. —me dijo, dándome un abrazo cálido.
—A mí igual. —señalé a mi acompañante —. Ella es mi prima, Kiara Mason.
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SEDUCEME © [COMPLETA]
Literatura FemininaUna traición, un divorcio y un viejo amor. La ultima vez que Shoshana tuvo un acercamiento con Kyle Stantton terminó con el alma en pedazos y humillada públicamente. Diez años después, un evento en común los llevara a reencontrarse, y la sorpresa se...