Caso Styles

Capítulo 20- La Noche

Eran alrededor de las nueve de la noche y el ambiente en la casa Styles se percibía tranquilo y silencioso. Las luces de la cocina se encontraban apagadas y los pasos en los corredores eran escasos.

Durante su recorrido, Zayn no se había encontrado con una sola persona, aprovechó gustoso la falta de posibles testigos y se escabulló presuroso al final del pasillo en el cual se encontraba la habitación de Alissa.

Al acercarse más pudo divisar un haz de luz que se colaba por debajo de la puerta de entrada. Ella estaba dentro.

Con una sonrisa en el rostro y una idea de lo que podría comenzar a suceder en un par de minutos, Zayn aceleró el paso.

Estando a solo un par de metros de distancia, el sonido de la puerta abriéndose provocó que se detuviera. Como su instinto se lo ordenó, se escondió rápidamente tras un cimiento saliente del muro a su lado y permaneció en ese lugar hasta que la silueta de la persona que salió de la habitación pasó junto a él y se perdió de vista un par de metros después.

No necesitaba ser un genio para saber de quien se trataba, una cabellera así de rubia y despeinada solo podía pertenecer a una persona. Cerró sus manos en puños y los apretó con fuerza, el sonido de sus nudillos crujiendo le sirvió como recordatorio para saber en dónde estaba y cuál era su objetivo antes de tal interrupción.

Una vez fuera de su escondite, reanudó su camino y, sin pedir autorización, ingresó en la habitación.

El sonido del pestillo siendo colocado provocó que Alissa se diera la vuelta al instante. Se encontraba delante de la puerta de su armario, Zayn supuso que acababa de salir de ahí, estaba usando una bata guinda corta y cerrada que se ajustaba ligeramente en su cintura.

-¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué no tocas al entrar? Dios, Zayn- Una mano se encontraba sobre su pecho, los latidos de su corazón sintiéndose probablemente desenfrenados por la sorpresa.

-¿Por qué debería de hacerlo?- Preguntó mientras se cruzaba de brazos y recargaba su espalda en la puerta.

-¿Por educación? ¿Para respetar mi privacidad? ¿Por qué quizá podría haber estado desvestida?

-No sería la primera vez que te veo desnuda, pero puedes seguir intentando darme un motivo válido.

-Idiota- Rodó los ojos exasperada y se dirigió hacia el tocador dándole la espalda al chico y comenzando a despojarse de su joyería -No respondiste a mi pregunta, ¿Qué estás haciendo aquí?

Zayn aprovechó su nueva posición, se separó de la pared y caminó lentamente hacia ella, ambas miradas conectadas a través del espejo en todo momento.

Cuando llegó a su lado, deslizó sus brazos sobre su cintura y la acercó a él. La espalda de ella apoyada contra su pecho gracias al posesivo abrazo.

-Vine a reclamar lo que me pertenece- Murmuró en su oído. Una lluvia de escalofríos recorrió la espina dorsal de la chica, un suspiro entrecortado logrando escapar de sus labios.

-Aquí no hay nada tuyo- De alguna manera, Alissa se las arregló para lograr que su voz sonara segura y estable.

-¿No? Porque ya he perdido la cuenta de la cantidad de veces que te he hecho mía.

Sin decir una sola palabra más, Zayn le dio la vuelta entre sus brazos y después de colocar una mano en su nuca, unió sus labios dando inicio al instante a un ferviente y acalorado beso en el cual él llevaba el mando.

En cualquier otro día y con cualquier otro estado de humor, Alissa lo detendría, lo haría sufrir un poco y después retomarían la acción con ella siendo quien comanda. Podría, claro que podría, pero justo ese día ella se sentía tan cansada de aparentar y tan dispuesta a entregarse por completo a él que prefirió dejar de lado a su orgullo y caer sumisa entre sus brazos.