Capítulo 17- Zafiros

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"You are bringing out a different kind of me,

there's no safety net that's underneath,

I'm free, fallin' all in you"

*Lunes 1 de Febrero 07:25 A.M*

📍Mansión Styles, Doncaster 📍

El silencio reinaba por completo en la habitación pero la tención estaba ciertamente cerca de derrocarlo.

Mientras un sonrojado Louis se mantenía cabizbajo jugando distraídamente con el borde de la sabana que lo cobijaba, Harry se encontraba todavía sentado en la silla a su lado con la mirada viajando en intervalos constantes entre el rostro del chico y los ligeros movimientos que hacían sus manos. Ninguno de los dos había dicho una sola palabra después de que Harry hablará minutos antes, Louis ni siquiera se había atrevido a mirarlo a la cara y el rizado se encontraba desconcertado por ello.

Cuando Harry vio a Louis por primera vez supuso al instante que era uno más de esos típicos chicos ricos y lindos que amaban sentirse rebeldes una vez a la semana. Él los conocía bastante bien ya que eran usualmente el tipo de personas con las que él pasaba la noche, personas desechables con las que compartía el único y exclusivo propósito de satisfacerse durante un par de horas y después decir adiós sin más.

Louis era lindo, muy lindo, Harry lo notó al instante en que sus miradas se encontraron. Poseía rasgos sumamente delicados que rozaban lo angelical y un delgado y bien definido cuerpo que hacían del chico la perfección andante. Cualquiera diría que esa fue la razón que hizo que Harry se sintiera atraído por el castaño, pero para ser honestos, aquello estaba muy lejos de ser real. El rizado estaba acostumbrado a estar rodeado de gente atractiva: modelos, actores, cantantes en ascenso, los mejores artistas porno de la ciudad y lo que sea que se pudiera imaginar; así que un chico lindo más no le quitaría lo redondo al mundo. Lo que en realidad hizo que él viera algo diferente en Louis fue aquel par de grandes y azulados ojos suyos, Harry no pudo evitar pensar en ellos como si la inmensidad del cielo y la profundidad del océano hubiesen sido encapsulados en los brillantes orbes del chico, creando así los más bellos ojos que él jamás hubiese visto.

Sin embargo, no importaba que tan inteligente y poderoso fuera, Harry seguía siendo humano y como era de esperarse, al notar que aquel par de inigualables zafiros también lo observaban a él, no supo controlar sus emociones e hizo lo que cualquier hombre cuerdo haría: expresarle su deseo sexual e invitarlo a formar parte de un trio. La propuesta fue clara y directa y afortunadamente pudo expresarla a la perfección, logrando sonar casual e incluso un poco desinteresado, justo lo contrario a lo que era su cerebro en ese instante y es que él no quería que aquella acción se llevará a cabo, y no porque el ojiazul no le atrajese de esa forma, porque vaya que lo hacía, pero Harry no quería que con Louis fuese cosa de una noche como el acostumbraba con los demás, ya que aquello significaba que no volvería a ver en su vida aquellos preciosos ojos y para él ya era vital ser observado de la manera en la que el chico lo observaba, no podía con la idea de que ese sería el primer y único día en el que se podría perder en ellos como si el mundo no girase más, era inconcebible y le estaba torturando el pensar que ya no había vuelta atrás y que lo había arruinado por completo.

Por la mente de Harry jamás pasó la idea de que Louis podría negarse a su invitación y al escuchar el rechazo del chico siendo entregado por su aguda y adorable voz, el cerebro de Harry hizo corto circuito, jamás nunca nadie se había atrevido a dar una negativa a una oferta sexual del rizado y él se sentía bastante orgulloso de ello, así que el hecho de que un lindo chico con ojos bonitos y voz adorable lo hubiese rechazado de aquella forma lo hizo confundir y provocó que su ego se sintiera herido. 

Caso StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora