Capítulo XV

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“Parecía ser un ciclo interminable.”

Por fin había pasado una semana desde que pasó todo con Kisaki y demás, a ese tipo le habían dado una condena de 25 años en prisión mientras que a Aiko le dieron ocho años por encubrir todos los crímenes de Kisaki durante ese tiempo. A Kakucho también le dieron 20 años por el primer secuestro que le hizo a Kyoko.

Ahora sí, todos estaban más que tranquilos. Ya ninguno corría peligro hasta este momento, todos estaban pagando sus condenas en prisión.

La pelirosada durante ese tiempo estuvo como chicle con Hanma, pues desde que tuvieron aquel encuentro sexual por así decirlo, su relación comenzó a fortalecerse en todos los sentidos. Tenían gran confianza el uno con el otro y ya eran muchísimo más sinceros, aunque a Hanma aún le parecía algo difícil expresarle sus sentimientos a la chica.

Durante esos instantes ella se encontraba llegando a la casa de su novio, pues habían quedado de verse para salir a dar una vuelta o algo así, querían pasar tiempo juntos de alguna manera u otra. Pero ella decidió que iría al departamento del mayor, pues casi siempre llegaba tarde y si Kyoko estaba con él probablemente se apresuraría más (aunque en realidad no era así, si no que se tardaba más por el hecho de estar pegado a ella).

Cuando entró al departamento un olor a cigarrillo invadió su nariz y en el sillón se encontraba recostado él, con sus pies en los brazos del sillón mientras que en una de sus manos tenía un cigarro que estaba a punto de terminarse.

De repente, un recuerdo llegó a su cabeza de cuando ella estaba en la secundaria pero no estaba segura de cual.

—¿Hace cuánto llegaste?— Preguntó el mayor, apagando su cigarrillo dejando la colilla en un cenicero.

—Hace poco, perdón por no avisar.

—Tranquila, está bien.— El chico le dedicó una sonrisa y se paró, caminando hasta a ella para luego dejar un pequeño beso en su mejilla. —Iré a terminar de arreglarme, espera aquí.

Ella asintió observando como él se metía a su habitación, pero antes dejó salir un quejido “muero de calor” fue lo que él dijo, y gracias a eso pudo recordar todo lo que deseaba.

{Año 2004}

Primer día de clases y primer año de secundaria de Kyoko, ella estaba realmente emocionada por fin cruzar el mismo grado escolar que su hermano (aunque no fue del todo con él, pues se fueron a secundarias diferentes y eso a ella no le agradó del todo) pero de cualquier forma, ya cursaban el mismo año.

Los pasillos eran anchos y largos, podría jurar que en el que pasaba tenía alrededor de cuatro salones y unos sanitarios, claro que divididos para chicas y chicos.

En ese momento se encontraba caminando por los pasillos de hasta arriba del edificio donde se encontraba su salón, pues quería conocerlo un poco y no perderse si es que tenía que hacer algo por ahí. Se detuvo específicamente en el primer salón del último piso, ¿La razón? alguien de ahí cautivó su atención.

Un tipo notoriamente alto estaba mal sentado en su butaca con los pies encima del escritorio, su cabello era negro peinado hacia arriba con un mechón rubio en el centro, aparentemente sus dos manos tenían tatuajes y lo que decía no alcanzaba a leerlo.

Por siempre seré tu pecado [Hanma Shuji x OC] EDITANDO !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora