Capítulo XVI

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“No es cierto.”

Primera semana de primavera y un calor infernal azotó la ciudad de Tokio, todos los parques acuáticos de la ciudad estaban llenos, casi nadie iba a la playa porque ahí hacía más calor. Parecía que todos los habitantes de la ciudad armaron un plan juntos para irse a ese tipo de lugar donde podrían “relajarse del calor”. Aunque claro que había más personas que estaban en sus casas, casi derritiéndose por culpa del calor.

En realidad esas personas eran las desempleadas, las que simplemente no querían ir o las que no tenían dinero suficiente para gastar en un parque acuático o una playa.

Keisuke y Kyoko eran de los que no tenían dinero suficiente, tenían trabajo y ganaban bien sin duda alguna, no obstante se conocían a la perfección y comprarían cualquier cosa que les llamara la atención. “No es momento de comprar cosas estúpidas” se repetían mutuamente para tratar de darse ánimos, o eso creían.

La puerta de la casa se abrió de repente, por esta entró Hanma con una bolsa en mano, la cual contenía diferentes helados y paletas de hielo. Estaba vistiendo unos short de mezclilla, una camiseta blanca y claro que un par de sandalias color negro, el calor era tanto que hasta traía su cabello amarrado en una pequeña coleta, dejando apenas unos mechones sueltos. Los hermanos vestían exactamente lo mismo a excepción de Kyoko que traía una camiseta de tirantes color blanca, ellos no llevaban puestas sandalias pero sí estaban peinados en una coleta alta.

Inclusive estaban sentados en el piso frente a un ventilador, lo habían dejado estático para que no estuviesen moviéndose para recibir el aire frío.

—¿Qué fue lo qué compraste?— Le cuestionó la pelirosa (que en realidad ya era rubia, pues el tinte rosa se había ido por completo)

—Uh, paletas heladas y algunos helados.— Sus ojos estaban posado dentro de la bolsa para fijarse bien en lo que habían comprado, desvío su mirada buscando algo en específico. —¿Dónde está la hielera?

—Encima del refrigerador.— Le respondió Keisuke inmediatamente, señalado dicho lugar.

El mayor buscó aquella y en cuanto la tuvo en sus manos echó dentro la bolsa de hielos que había comprado también, metiendo todas las paletas y helados para llevarlos hasta donde estaban ellos. Dejó la hielera frente a ellos y finalmente se sentó al lado de Kyoko.

—Estoy muriendo de calor, en algún momento me derretiré.— Se quejó la chica, abriendo la hielera para sacar una paleta para ella y los dos chicos, entregándoles a suya para que de esta manera, ella comenzara a comer la propia.

—Aún no entiendo porque se negaron a ir a la playa.— El de los mechones negó con la cabeza, llevando a su boca la paleta (que era de uva).

—¿Cómo no vas a entender?— Keisuke sonaba indignado y su hermana rió por esto. —Es algo más que obvio, en la playa el calor se siente como el mismísimo infierno.

—Jamás has ido a esta hora.— Reclamó el otro señalando el reloj a la pared el cual marcaba las diez con quince la mañana. —En estos momentos debe estar vacía, la gente comienza a llegar entre las doce y la una.

Estaban a punto de discutir, pero para evitar esto (y evitar que Kyoko se molestara por eso) miraron a la menor en busca de respuestas, quien apenas les prestaba atención por comer la paleta.

—Uh...— Ella se quedó pensando unos instantes y al final se levantó, dirigiéndose a su habitación hablando antes de entrar a esta. —Vayamos a la playa, lo peor que nos puede pasar es que el lugar esté lleno.

Por siempre seré tu pecado [Hanma Shuji x OC] EDITANDO !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora