Por siempre seré tu pecado [Hanma Shuji x OC] EDITANDO !!

Capitulo III

"Matando dos pájaros de un tiro."

—Estás bromeando, ¿no?

—¿Acaso ves qué me estoy riendo?

Ambos se quedaron en silencio, estaban analizando la situación y sus palabras. Hanma se cuestionaba si realmente había sido buena idea sugerir esa estupidez y Keisuke todavía no estaba seguro de qué contestar, su cabeza se encontraba llena de los pros y contras de irse con ese idiota.

—Entonces...— Kyoko carraspeó sacándolos de sus pensamientos y la atención se dirigió totalmente a ella. —Si algo así vuelve a pasar, ¿Podría morir?

El de mechones rubios asintió. —Tu hermano también.

La ojiazul se quedó pensativo unos instantes y dirigió su mirada hacia su hermano quien mantenía una expresión de negación plasmada en su rostro.

—Vayamos con él.

—No lo haremos.

—Si no lo hacemos ambos podríamos morir.

—Puedo protegerte por mi cuenta, de nuevo me niego a ir.

—¿Podrías dejar de ser tan terco por al menos una vez en tu vida?

Los hermanos soltaron un quejido en voz alta, Keisuke ya estaba resignado por lo que suspiró fastidiado.

—Iremos contigo.— Musitó finalmente debatido. —No confío en ti, pero mi hermana podría correr menos peligro contigo.

—De acuerdo, mañana por la noche vendré por ustedes— Hanma se levantó de su asiento colocándose bien su abrigo. —Nos vemos.

Al final salió de la casa, dejando a los hermanos solos. Ambos se miraron mal y desviaron la mirada inmediatamente el uno del otro.

—¿De dónde lo conoces?— Indagó el mayor.

—Él fue quien me llevó al hospital luego de que me golpearan.

—¿Y por qué lo llamaste?— Su rostro demostraba algo de molestia, era obvio que aquel tipo no le agradaba.

—No estaba segura de si llegarías a tiempo y él estaba cerca.— Desvió su mirada formando un mohín en sus labios. —Actué impulsivamente, ¿Bien!

El pelinegro soltó un suspiro limitándose a no preguntar más y se acercó a su hermana abrazándola con fuerza, acariciando su cabello con gentileza. La cargó y con cautela la llevó hasta su habitación donde le pasó una maleta relativamente grande.

—Comienza a hacer tus maletas.— Enunció dándole un par de palmadas a las ya mencionadas maletas. —Sólo lleva lo necesario. Iré a limpiar lo que esos imbéciles hicieron, cuando termine te llevaré a la ducha, seguramente te sientes sucia.

Kyoko asintió y luego de que él le dedicara una sonrisa se disponía a salir de la habitación pero ella lo detuvo con su voz.

—Keisuke.— Llamó su atención. —¿Hice mal al llamarlo?

El mencionado se giró a mirarla y negó con la cabeza. —De no haberlo llamado probablemente no estarías aquí otra vez.

Fueron sus últimas palabras antes de salir de la habitación cerrando la puerta detrás de él. Ella con algo de dificultad comenzó a guardar su ropa en la maleta, llevó casi toda la ropa que entró y en otra maleta más pequeña dejó sus cosas personales. Ya tenía todo listo así que solo espero a que su hermano terminara de ordenar la sala para que pudiera ayudarla a llegar al baño.