Capítulo II

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(miedo)

La llamada que recibió sin contexto la había dejado pensando más por el hecho de que sólo dijo aquello y colgó, Kyoko no entendía absolutamente nada, ¿Quién era el extraño que le llamó? Sentía que su cabeza estallaría si continuaba pensando y dándole tantas vueltas al asunto (que ya estaba siendo algo trivial para ser sinceros). Luego de tanto pensar, por fin el sonido de su teléfono logró sacarla del trance en el cual se estaba metiendo, otra vez era un nuevo privado así que contestó, no quería quedarse con la duda en esta ocasión, y si se trata del mismo le sacaría toda la información que pudiera.

—¿Quién llama?— Cuestionó a la otra persona con un tono de voz.

—¿Quién más? El que te salvó anoche, es grosero que preguntes.— Sin duda alguna era Hanma, ella lo supo inmediatamente pues el tono de la voz del susodicho era muy fácil de reconocer y por obvias razones, también era demasiado sencillo identificarlo (más por los modismos que ocupaba). —Pensaba ir a verte temprano esta mañana, pero parece que tu hermano se adelantó y te sacó del hospital antes de lo esperado.

Aquello confundió a Kyoko y la expresión que tenía lo demostraba. —¿Por qué me irías a ver hoy? Digo, podría suponer que es sólo para saldar la cuenta de que tu me llevaste al hospital.

Una risa se hizo presente al otro lado del celular y a la par, un sutil suspiro. —Bueno, sólo quería asegurarme de que el dinero que gasté anoche seguía respirando, pero veo que sí y parece que está mejor que nunca. Adiós.

Y colgó así sin más, y si antes Kyoko estaba confundida ahora lo estaba muchísimo más. Pero en ese momento dejó su confusión de lado para indignarse por el comentario que le había hecho antes de colgar, ella sabía que el otro había gastado en el hospital todo lo que se necesitó, pero le indignó el hecho de que la dejó a ella catalogada como el dinero en sí.

Estaba a punto de levantarse de la cama pero cuando lo quería hacer justo llegó su hermano dejando las cosas que compró en la mesa del comedor e inmediatamente se dirigió con ella. Cuando la observó que se quería levantar casi corrió para ayudarla.

—¿A dónde vas? ¿Quieres ayuda? ¿Qué necesitas? Traeré lo que necesites.

—Keisuke.— Abultó sus labios, sus ojos se estaban cristalizando, su hermano siempre la procuraba y la cuidaba, pero sentía que esta vez era diferente.

La miró bastante confundido, ella no solía tener estos comportamientos tan de la nada. —¿Qué pasa?— No pudo decir nada puesto que ella comenzó a llorar como nunca y abrazó al mayor, sorprendiéndose por su acción, no preguntó nada y solo trató de consolarla un poco acariciando con lentitud su cabellera. También tenía cuidado pues la herida en su cabeza seguía algo abierta. —Deja de llorar, ¿bien? Iré a preparar algo de Yakimeshi y Omurice.

—¿También harás sopa de miso?— Cuestionó limpiando su nariz, provocando que su voz sonara graciosa.

Él asintió mientras le sonreía —Nuestro desayuno nunca sería nuestro desayuno sin sopa de miso y lo sabes.

Remarcó el desayuno las dos veces que lo dijo, así ayudó a su hermana a salir de la habitación porque así ella se lo pidió, la dejó en el sillón mientras él se dirigía a cocinar. Pasó un rato cuando por fin su desayuno estuvo listo, comerían en la sala pues a Kyoko le parecía incómodo estarse trasladando de un lugar a otro con una pierna rota. Keisuke acomodó bien las cosas en aquella mesa de centro y té negro. Él se esforzó.

Por siempre seré tu pecado [Hanma Shuji x OC] EDITANDO !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora