Por siempre seré tu pecado [Hanma Shuji x OC] EDITANDO !!

Capítulo I

変
(extraño)

—Keisuke.— la chica alargó la última letra en forma de queja, mostrando un puchero mientras su espalda se arqueaba y sus brazos estaban a punto de tocar el suelo.

—No te cargaré, nadie te dijo que te pusieras esas zapatillas, muchos menos si caminaríamos.

—Pero el vestido luce bonito, el dolor es mental.

—Entonces deja de quejarte.

La chica chilló y se tiró al piso encima de la acerca, se cruzó de brazos notando como el más alto paraba de caminar y se acercaba a ella. Se puso de cuclillas frente suya indicándole que se subiera en su espalda, ahora su chillido de molestia se convirtió en uno de felicidad por lo que sin dudarlo se subió en la espalda del pelinegro.

—Eres demasiado molesta, de cualquier forma estamos a punto de llegar.

Eso a ella no le importó, sus pies dolían y ya no aguantaría caminar un segundo más, se aferró bien a los hombros del pelinegro observando a su alrededor. Ella se distrajo tanto en el camino que no esperaba que llegarán tan pronto a aquella casa que compartían, así que bajó de la espalda del mayor.

En la entrada de la casa se podía ver una pieza de madera con el apellido "Baji" grabado en éste, pero no era porque ese par fueran pareja ni nada de eso, eran hermanos.

—Creí que faltaba más para llegar.— Musitó estirándose y acomodándose el vestido.

—Te dije que estábamos a nada de llegar.— Abrió la puerta de la casa dejando pasar a su hermana menor primero, entrando después cerrando la puerta detrás de él. —Esta vez te toca ir por la cena.— Él le dedicó una de sus características sonrisas burlonas dejando a la vista sus dientes y sobretodo sus colmillos, aquellos colmillos que en sus peleas de hermanos solían dejarle marcas en los brazos. —Tómalo como un pago por traerte cargando.

—Ninini.— Ella le miró con los ojos entrecerrados y le sacó la lengua, así ambos comenzaron a caminar cada uno en dirección a sus habitaciones. Kyoko, por su parte se colocó el pijama ya que era tarde, este solo consistía en unos pantalones holgados negros, una playera blanca larga y una chaqueta negra igual de larga. Ésta última fue para cuándo saliera a la tienda.

Salió de su habitación casi a la par de su hermano, se miraron mutuamente pues ambos vestían casi lo mismo a excepción del mayor ya que el no estaba ocupando una chaqueta. Solo rieron y ambos fueron hacia la sala.

—Entonces, ¿Qué quieres que compre?

—Ramen, papas, soda, algunas cervezas y creo que ya.

La menor entrecerró sus ojos y asintió, dándose un último vistazo en el espejo que estaba por ahí, su cabello estaba algo alborotado así que lo acomodó.

—Deberías teñir tu cabello, la gente siempre me confunde contigo.

—Y a mi me confunden contigo, pero es divertido ver sus reacciones cuando ven que no es así.— Ella río y él hizo lo mismo, negando con la cabeza. —Ya, vengo después.

Salió de la casa con sus cosas en mano, cerrando su chaqueta y comenzó a caminar en dirección al pequeño supermercado que se encontraba a unas cuantas calles de dónde vivía. Durante el camino se comenzó a sentir algo insegura, sentía que había gente siguiéndola así que aceleró su paso. Nunca se había sentido así y mucho menos en un lugar tan cercano a su casa.

—¡Baji!— Una voz masculina desconocida se hizo presente, ella ni siquiera tuvo tiempo de voltear porque sintió como algo duro se estampó en su cabeza y algo caliente salía de su cabeza.