Capítulo VII

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“La cita de cinco, dos no están invitados.”

Nota: Casi todo el capítulo está desde la perspectiva de Baji y Hanma.

La chica estaba dando los últimos retoques en su maquillaje y ya estaba totalmente lista, se levantó de la silla donde se encontraba sentada para así acercarse a su espejo. Se miró de pies a cabeza, satisfecha con el como se veía.

Usaba una falda color negro que le llegaba a mitad de los mismos, una camiseta blanca a rayas negras y unas medias de red negras, al igual que un par de botas del mismo color. A sus ojos era la mejor combinación de ropa.

Su mirada se posó encima del reloj de su buró, eran las cinco de la tarde por lo que rápidamente tomó sus cosas y salió con velocidad de su habitación. Hanma y Keisuke, que por cierto no trabajó ese día, la miraron raro desde la cocina.

— ¿Saldrás? — Preguntó el mayor.

— Sí, tengo una cita. — Lo de cita no era nada más que algo para molestarlos, solo saldría a beber con dos de sus amigos.

— ¿Una cita? — Ambos salieron casi corriendo con la cocina, la chica asintió.

Su teléfono vibró por lo que vería quien era, el mensaje provenía de uno de los chicos con quién saldría. — Me voy, ya vinieron por mi.

— ¿Vinieron? — Preguntó su hermano confundido. — ¿Quiénes?

— Los Haitaini. — Y salió del departamento con todas sus cosas en mano.

Los dos chicos se miraron el uno al otro, tenían la misma expresión. Sin esperar casi corrieron a la ventana que daba a la entrada, un minuto luego de acercarse vieron a Kyoko correr hasta un carro color negro.

De este salieron aquellos hombres, del lado de piloto salió Ran vistiendo una sudadera color blanco que cubría más abajo de su cadera, unos jeans negros y unos tenis del mismo color.

Mientras que del lado de copiloto salía Rindou, solo que él vestía una chaqueta de cuero negra y una camiseta de cuello de tortuga color blanco. Visualizaron como ella abrazaba a ambos y el menor de los hermanos la dejaba entrar al asiento de copiloto.

A los chicos que los observaban desde arriba sentían como su sangre hervía del enojo.

— Esos imbéciles. — Hablaron al mismo tiempo, dedicándose una mala mirada.

— Deja de repetir lo mismo que yo.

— No tu deja de hacer.

Se quedaron en silencio viendo como ellos aún no avanzaban, así que se miraron el uno al otro otra vez, tenían una idea en común.

— Debemos seguirlos.

Y así lo hicieron, bajaron rápidamente hasta dónde ellos estaban con la decisión de seguirlos en la motocicleta. Si lo hacían con el auto seguramente los descubrirían rápidamente.

Llegaron al primer lugar donde estarían todos, era una plaza en la cual no había mucha gente así que no sería fácil perderlos de vista. Los estaban siguiendo a una distancia considerable.

Al visualizarlos notaron como se acercaron a una heladería, no prestaron mucha atención a lo que pidieron pero en cuanto Keisuke vió como ella pedía una helado de chocomenta se quejó.

— Maldita traidora.

— ¿Eh? ¿Por qué lo dices?

— Todo el tiempo se está quejando del helado de chocomenta, siempre dice que es el peor sabor de helado. — Acomodó su cabello para observarla mejor. — Y ahora mírala, está comiéndolo como nunca, parece que lo ama.

Por siempre seré tu pecado [Hanma Shuji x OC] EDITANDO !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora