capitulo veinticinco

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Narrador omnisciente

La noche pasaba tranquila, era la primera vez en años que la castaña salía de noche y se sentía segura. Jennifer, su melliza, la veía con una sonrisa,estaba orgullosa de ella, la veía ahí sentada ayudando a comer a esa pequeña niña que apareció de la nada, pero le hacía tan bien a su hermana, vio cómo de a poco va recuperando la sonrisa que se le había borrado hace años, el brillo en los ojos de ella que había perdido y cómo supera despacio todo lo que había pasado.

—Quiero aprender a leer, mis compañeros ya saben, pero yo aún no, ¿Eso me hace menos intelilente?. —hablaba la pequeña niña, mientras que ellas escuchaban todo lo que tenía para decir.

—Se dice inteligente, y no saber leer a los seis años, no te hace menos inteligente, podría enseñarte. —propuso la chica mientras comía una papa frita del plato de su hermana.

—Lyra, deja mí plato, tienes en el tuyo. —se quejó corriendo su plato hacia otro lado.

—¿Por qué no vino Ross contigo Lyra?. —preguntó la niña mientras comía su hamburguesa.

—Porque es un idi…

—Ross tenía algo que hacer. —interrumpió Jenn a su hermana.

—Oh, ¿Puede venir con nosotras a comer mañana?. —preguntó la pequeña viendo a Lyra.

—No lo creo, está muy ocupado. —respondió la castaña haciendo que la pequeña saque su labio inferior para afuera.

—Pero yo quiero que venga. —dijo despacio.

—¿Lo quieres ver?. —preguntó Jennifer a su lado.

—No, no quiere verlo. —respondió su melliza al ver sus intenciones.

—Pero si quiero verlo. —dijo la pequeña viendo a la castaña

—¿Quieres que lo llames y venga con nosotras ahora?. —preguntó con una sonrisa a lo que la pequeña empezó a asentir con la cabeza de forma frenética.

—Jenna, no. —advirtió la castaña a su hermana.

—Jenna, sí. —dijo la niña con una sonrisa.

—La niña manda. —contestó con una sonrisa, sacando su celular.

Por otro lado estaba Ross,intentando convencer a Sue de ayudarlo a qué Lyra lo perdone y vuelva al piso.

—Por favor, haré lo que sea. —rogó persiguiendo a la morena por todos lados.

—¿Lo que sea?. —cuestiono frenando su paso.

—Lo que sea. —afirmó el castaño con una sonrisa.

—Okey, ¿Qué tengo que hacer?. —preguntó la morena.

—Solo tienes que averiguar algo que le guste demasiado y lo quiero, yo me encargo de todo después. —respondió con una sonrisa esperanzadora.

—Okey, pero si después se enoja conmigo, me las pagarás, y ahora me debes algo, luego te digo lo que quiero. —dijo cerrando la puerta de su habitación en la cara del castaño.

Él sonrió victorioso y se dirigió a su habitación a seguir con su pequeña investigación sobre lugares que pensaba que podrían gustarle a Lyra.

Su celular se iluminó mostrando el nombre de Jennifer en la pantalla, extrañado lo contesto.

—Hey, Jenn, ¿Todo bien?. —preguntó poniendo la llamada en el altavoz.

—Hey, si todo está bien, quiero saber si ya cenaste. —dijo la castaña con una sonrisa del otro lado de la línea.

𝐏𝐈𝐒𝐓𝐀𝐍𝐓𝐇𝐑𝐎𝐏𝐇𝐎𝐁𝐈𝐀 ; 𝐉𝐚𝐜𝐤 𝐑𝐨𝐬𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora