capitulo veintiocho

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Las semanas pasaban rápido, ya estábamos a un día de que termine octubre, más específicos estábamos a treinta de octubre; gracias a Luisa, había pasado más tiempo con Ross, ya que la niña siempre quería que esté en nuestros planes y siendo sinceros, no podía decirle que no.

—¡Son las ocho, arriba!. —me levantó el grito de Liam.

—¡Mierda!, Voy tarde. —dije levantándome rápidamente.

Agarré mis cosas rápido para darme una ducha y vi el reloj de la mesita de luz.

—¡Eres un hijo de…! Liam, son las siete. —dije dejado las cosas sobre la cama.

—Lo sé, pero si te decía la hora que era no te ibas a levantar. —se encogió de hombros despreocupado.

—Te odio. —agarre nuevamente mí ropa y fui hacia el baño.

—¡No es cierto, me amas!. —lo escuché cuando cerré la puerta.

Rodé los ojos y empecé a deshacerme de la ropa para entrar a la ducha.

Mis clases habían sido algo aburridas el día de hoy, ahora estaba en el trabajo hablando con mí grupo de amigos por el celular

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Mis clases habían sido algo aburridas el día de hoy, ahora estaba en el trabajo hablando con mí grupo de amigos por el celular.

—¡¿Allison, necesitas ayuda con algo?!. —grité sin despegar mí vista del aparato entre mis manos.

—¡No, gracias por preguntar!. —respondió en un grito.

—¡Avísame si necesitas algo!. —exclamé subiendo mí vista al oír la campana de la puerta.

—¡Okey!. —escuche a Allison.

Di una gran bocanada de aire al ver cómo llegaba el castaño caminando hacia mí con una sonrisa.

—¿Qué haces aquí, Ross?. —pregunte dejando el celular de lado.

—Pasaba por aquí de casualidad y vine a comprar algunas cosas. —respondió viéndome con una sonrisa.

—Claro. —dije alargando la palabra.

—¿Dónde están las cervezas?. —pregunto inocente.

Este tiempo había visto que Ross consumía demasiada cerveza, sin importar la hora.

—En las heladeras del fondo. —dije apuntando con la cabeza la zona donde se encontraban las heladeras.

—Ya regreso, no me extrañes. —dijo guiñando el ojo

Rodé los ojos como respuesta y volví a agarrar el celular que había vibrado anteriormente, sonreí ante el sticker que había mandado Liam y del cual le contestó Mack con uno más gracioso que me quitó una carcajada.

—¿De que te ríes?. —preguntó el castaño asustandome.

—No te interesa. —respondí bloqueando el celular —¿Eso es todo?. —preguntó viendo el pack de seis cervezas.

𝐏𝐈𝐒𝐓𝐀𝐍𝐓𝐇𝐑𝐎𝐏𝐇𝐎𝐁𝐈𝐀 ; 𝐉𝐚𝐜𝐤 𝐑𝐨𝐬𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora