𝐏𝐈𝐒𝐓𝐀𝐍𝐓𝐇𝐑𝐎𝐏𝐇𝐎𝐁𝐈𝐀 ; 𝐉𝐚𝐜𝐤 𝐑𝐨𝐬𝐬

capitulo treinta y siete

Había salido del departamento acompañada de mis amigos, pero luego recordé que dejé el bolso y subí corriendo para ir por él, lo agarre de la mesa y salí nuevamente.

Estaba en el elevador cuando Justin, el vecino, subió junto a dos chicas.

—¡Hey, hola!, ¿Eres la nueva compañera de Liam el chico del 6b, cierto? —pregunto la castaña sonriente.

—Si. —respondí cortante viendo al frente, por el rabillo del ojo vi como   su sonrisa desaparecía un poco.

—Mamá dice que está loco y que por eso no tiene amigos, que toma pastillas por eso, ¿Es cierto?. —pregunto haciendo que la mire rápidamente.

—Julie, cierra la boca. —habló la rubia en tono de reproche

—¿Qué?, Es cierto. —la miro con cara obvia y volvió su vista hacia mi.

—Yo escuché de las vecinas que tu madre es una chismosa, que no tiene vida y por eso habla de cosas sin sentido, necesita inventar cosas para hacer su vida más interesante, ¿Es cierto?. —pregunté con crueldad, haciendo que todo el lugar quedara en silencio.

Los tres bajaron primero y luego salí yo.

—¡Julie! —grite haciendo que se girará, camine rápido hacia ella —No quiero escucharte decir algo más de mí mejor amigo, porque no me conoces y no quieres saber que hago por alguien que me importa.

—¿Qué está pasando? —preguntó Jenna a mí lado.

—Nada, vamos. —dije agarrando su mano para ir hacia los demás.

Respiré hondo y luego recordé que tendría una cita, ¡Dios, la cita!.

—Hey, hola… —saludé a Jack.

—Hola bonita, ¿Estás lista?. —saludo con una sonrisa

—Si. —respondí segura.

—Entonces si me permiten les robare a su hermana y mejor amiga por unas horas. —hablo el castaño viendo a mis amigas, amigo y hermana.

—Solo prometes cuidarla bien. —hablo Liam con una sonrisa

—Y bien significa que no tenga ni un solo rasguño, Ross. —hablo Mack viendo al castaño con seriedad.

—Jamás le haría daño, Morena. —hablo viéndola con una sonrisa divertida.

—Te detesto. —hablo la pelinegra abrazando a Jenn

—Oh vamos, sabes que no es así. —dijo el castaño agarrandome la mano.

—¿Podemos irnos? Liam está callado y significa que empezará a hablar sin parar en menos de dos minutos. —hable viendo al pelinegro pensando mucho.

—Está bien, linda, vamos. —hablo Jack.

Ambos fuimos hacia el auto y entramos en él para emprender viaje a no sé dónde porque es sorpresa.