Capitulo dos

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¿Saben cuál es la diferencia entre una casa y un hogar?

Yo lo veo de esta manera, una casa es un lugar físico, una propiedad donde habitar, en cambio, un hogar es donde te sientas a salvo, dónde sientas la calidez y seguridad donde puedes ser tú mismo.

Siempre sentí mí hogar en Jennifer, mí hermana, ella es mí hogar y dónde ella vaya yo la seguiré hasta el fin del mundo, ella siempre estuvo conmigo desde prácticamente toda la vida, estuvo en mí primer ataque de pánico, en mí primer recaída, en mí primer ataque de ansiedad y siempre me ayudó.

Se había quedado a mí lado a pesar de cada uno de mis ataques, solo para luego volver a levantarme, cada vez que me rompía ella juntaba mis pedazos uno por uno y se quedaba a mí lado.

—Montgomery, cierra la puta boca por un segundo. —dije al idiota que conducía y no paraba de hablar.

—¡Lyra!. —me regaño Jenn desde el asiento de copiloto.

—Está bien, Jenn. —la tranquilizó el idiota a mí hermana.

Cuando vi el edificio de la residencia suspiré aliviada, no tenía que escuchar al idiota hablar más; Aunque no admitiría que también sentí miedo, las interacciones sociales no son lo mío, lo cual es algo contradictorio al querer estudiar psicología para quizás en algún momento ejercerla.

Jenn junto al idiota empezaron a hablar de… No sé, no les mentiré, me desconecté por un momento.

Pero al ver qué no paraban de hablar bajé del auto y tome mí maleta de la parte trasera, odio esperar, la paciencia no es una de mis cualidades.

Al llegar a dentro visualice a dos chicos hablando, me tense notoriamente, mire hacia los lados y no había nadie, respire hondo y me encamine hacia ellos, parecían discutir hasta que el chico detrás del mostrador me vio.

—Hola, ¿Te alojas aquí?. —pregunto ignorando al chico, quien se fue por las escaleras desapareciendo de mí visión.

—Ajá, Lyra Brown. —conteste en un tono frío.

Antes de que pueda contestar Jenn entró a la residencia con su maleta.

—Podrías esperarme, Lyra. —me regaño llegando a mí lado.

—Estabas tardando. —respondí seca, mientras me encogía de hombros.

—¿Lyra Brown y Jennifer Brown, cierto? —pregunto sonriente.

—Ajá, ¿Nos dirás la habitación?. —pregunte de mala gana.

—¡Lyra!. —Grito como regaño.

—Justo el chico recién subió las maletas de su compañera. —ignoro mí actitud y siguió con su sonrisa.

Antes de que alguien pudiera decir algo, el chico de antes volvió y habló.

—Dame las llaves, tu hermana no está. -. Dijo hacia el chico detrás del mostrador.

—¿Y dónde está?. —preguntó hacia él.

—Oye es tu hermana. —le respondió él.

Deje de prestar atención a lo que decían, hasta que el chico que se presentó ahora como Chris, nos quiso dar unos condones de los cuales no agarre ninguno, luego nos dio las llaves y listo.

Subí primero al no querer entablar conversaciones con el chico ni nada de eso, aunque sentía su mirada en mí nuca todo el tiempo, no le presté atención.

Al llegar Jenn abrió la puerta, yo fui a agarrar la cama que estaba más apartada de la luz y dejé mí maleta en esta.

—¿No hablas?. —me pregunto dejando la maleta de la que sería nuestra compañera.

Yo lo ignoré empezando a sacar mis libros de la maleta, junto a ropa y cosas de higiene personal.

—Soy Ross. —se presentó luego de un rato de silencio.

—¿Jenn podrías ayudarme con ésto?. —pregunté a mí melliza ignorando por completo al chico.

Mire de reojo como suspiro negando ligeramente con la cabeza y se encaminó hacia la puerta.

—No tienes que ser grosera, solo se estaba presentando. —me regaño Jenn, ni apenas llegó a mí lado.

—Tu no tienes que ser buena con todo el mundo, la gente abusa de eso a veces. —contraataque por mí parte.

—Has traído más libros que ropa. —cambio de tema ayudándome con mis cosas.

—La ropa se lava y vuelve a usar, los libros no. —dije simple sacando unas últimas cosas.

—¿Cómo te sientes?. —pregunto luego de un rato.

—Bien solo que el sueño está empezando a llegar a mí cuerpo, ¿Tú cómo te sientes de que hablas con Montgomery?. —respondí acomodando la ropa en uno de los armarios.

—Monty me ha pedido una relación abierta. —respondió haciendo que la mire confundida.

—¿Una relación abierta?, Me imagino qué no has aceptado. —pregunte luego de un rato, al ver qué se quedó callada negué con la cabeza  — ¡Jennifer!, Eres tan ingenua a veces.

La reproche en voz baja, ella miró hacia abajo avergonzada, suspiré y tomé su mano, ella me miró sorprendida pues no dejo que nadie me toque o tengo algún contacto físico con alguien.

—Al menos espero que te folles a alguien. —dije divertida haciendo que me empuje.

—¡Lyra, por dios!. —grito riendo ligeramente.

—Él lo hará y lo sabes, te lo ha propuesto porque piensa que tu no lo harás, no le des el gusto de que se salga con la suya. —la aconseje dándole un ligero apretón en la mano antes de soltarla.

—Lyra se que nunca te agradecí por salvarme aquella vez que Monty… —dejo las palabras al iré.

—No tienes porque, eres mí hermana siempre estaré ahí para protegerte, como dijo Luke Howland "Caería primero por ti para bloquear tu dolor". —respondi citando una de las frases del libro que estaba leyendo.

—Te amo Lyra. —se supo sentimental Jenn.

—Lo sé. —dije con ego, haciendo que me empuje

—Dije te amo Lyra. —repitió viendo amenazante, aunque me causaba ternura.

—Yo también, Jenn. —dije rodando los ojos.

𝐏𝐈𝐒𝐓𝐀𝐍𝐓𝐇𝐑𝐎𝐏𝐇𝐎𝐁𝐈𝐀 ; 𝐉𝐚𝐜𝐤 𝐑𝐨𝐬𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora