𝐏𝐈𝐒𝐓𝐀𝐍𝐓𝐇𝐑𝐎𝐏𝐇𝐎𝐁𝐈𝐀 ; 𝐉𝐚𝐜𝐤 𝐑𝐨𝐬𝐬

capitulo cuarenta y uno

Respiro hondo,tragándome  todo el orgullo y abro la puerta del departamento de Ross, se por buenas fuentes —Sue— que está el departamento solo menos por la presencia de Jack Ross. Tocó la puerta de la habitación y esperó su respuesta.

—Will te he dicho que no quiero salir a ningún lado. —dice abriendo la puerta con Zeus en los brazos.

—Que suerte que no soy Will. —digo sonriendo aunque parezca más una mueca, suelto una risa nerviosa —¿Puedo pasar? —pregunto nerviosa.

—Si, por supuesto. —responde corriendose para abrir la puerta por completo.

—Debes hacer una limpieza en esta habitación Ross. —digo viendo las cosas desordenadas.

—No me llames Ross. —murmura por lo bajo.

—¿Puedo? —digo apuntando al cachorro entre sus brazos.

—Claro. —dice pasándome al pequeño.

—¿Crees que podamos hablar? —pregunto sentándome en la cama.

—Eso no salió muy bien la última vez. —hace una mueca mientras se rasca detrás de la cabeza.

—Si, lo siento por eso…

—No debes hacer eso, no estabas en tu mejor momento y yo no lo comprendí. —me interrumpió rápidamente.

—Si debo hacerlo, por más mal que lo estuviera pasando no tenía derecho a gritarte o tratarte mal, y lo siento. —digo con sinceridad acariciando al cachorro que descansaba en mí regazo.

—Lyra, se que tienes tus cosas, yo también tengo las mías y me gustaría que compartamos esas cosas para que no sean un problema más adelante en nuestra relación. —dice, haciendo que suba la cabeza rápidamente para verlo

—¿Nuestra relación? —preguntó intentando ocultar la sonrisa que se me había formado.

—Es… que yo… pensé que… —se trababa y no podía terminar de decir una frase completa lo que me hizo reír un poco.

—Tranquilo, respira, visualiza y suéltalo. —dije con calma, él hizo lo que dije y respiro hondo antes de volver a hablar.

—Quiero conocer más de ti, Lyra Brown. —habló luego de un silencio.

Llegó al departamento de Liam, luego de pasar la tarde con Jack, y arreglar las cosas, las luces se encuentran apagadas cuando las voy a encender piso algo que cruje debajo de mis pies, voy al interruptor y enciendo la luz, encontrándome con todos los platos y vasos rotos, me alarmó y voy a la sala donde está todo hecho un desastre.

—¡Liam! —grito con preocupación yendo hacia su habitación, entro y encuentro todo fuera de lugar, haciendo que todo mí cuerpo tiemble ante la idea de que le pasó algo a mí mejor amigo.

—Aqui… —dice envuelto entre las sábanas.

—¿Qué pasó? —preguntó con un hilo de voz.

—Dijo que no, dijo que había conocido a alguien más en estos meses y no me fue infiel pero él se enamoró de esta otra persona y yo… yo… —y se quebró, y a mí no me quedó más opción que ir a abrazarlo e intentar consolar a la mejor persona del mundo.

—Tranquilo, déjalo salir. —dije frotando su espalda mientras él lloraba en mí hombro.

—Realmente lo amo, Lyra, yo de verdad lo hago. —hablo con la voz quebrada.

—Lo sé, tranquilo, lo sé. —hable con voz ahogada por verlo tan mal.

Me quedé a su lado hasta que se quedó dormido llorando, y fui hacia la sala donde junte todo los vidrios de las macetas rotas, la tierra y las plantas las pase a unas nuevas macetas, limpie todo y luego me fui a dormir, pero a eso de las tres de la madrugada Liam se infiltró en mí habitación y se acostó a dormir conmigo.

Me desperté antes que Liam y fui a hacer el desayuno, él seguía durmiendo, lo había escuchado despertarse a las seis de la mañana y llorar en silencio, verlo así me rompía por dentro.

—Lyra, ¿Tu limpiaste todo? —escuche detrás mío, dándome vuelta me encontré a mí mejor amigo en las últimas.

—Si, estuve hasta tarde pero quedó todo como nuevo, ahora solo falta tu habitación. —respondí dando vuelta unos hot cakes.

—No tenías que hacerlo. —dijo avergonzado.

—No, pero me gusta apoyar a mí mejor amigo, aún si es en sus ataques de ira. —respondí pasándole un plato con los hot cakes

—Gracias. —dijo con la voz ahogada.

—Son solo hot cakes. —intente bromear sacando una risa de él.

—Enserio estrellita, gracias por todo lo que haces por mí, eres la mejor amiga que alguien podría tener. —dice haciendo que haga un leve puchero.

—Y tu el mejor amigo del mundo.  —lo voy a abrazar, sellando nuestra amistad en ese simple pero importante abrazo