Epílogo

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Su mirada estaba pegada en el techo de la habitación, sentía su cuerpo frío al no sentir el calor que emanaba el joven con el cual se acostumbró a dormir. Estaba pérdida en sus pensamientos cuando la alarma de su móvil empezó a sonar, estiró su brazo hasta la mesita de luz y agarró su celular, seis y media de la mañana.

Se despojó de las sábanas y agarró sus cosas para tomar una ducha, estaba sería, un sentimiento amargo se sentía en su boca por lo que pasó la noche anterior. Entró a la ducha y dejó que el agua fría recorriera todo su cuerpo. Al salir se vistió y fue a desayunar.

—Hey, ¿Cómo dormiste?. —preguntó suavemente, Jenn

—No dormí. —respondió cortante sirviéndose café.

—¿Necesitas que te ayudemos en algo, ya tienes las maletas?  —preguntó Mack desde su asiento.

—Tengo todo listo, Sue lo hizo ayer. —respondió sin ánimos.

Sabía que era por su bien, es más ella misma tomó la decisión, pero sentía que algo iba mal.

—¿Has hablado con Ross?. —preguntó Jennifer, sacándola de su ensoñación.

—No… él no me responde los mensajes. —respondió con un nudo en el estómago.

Nadie dijo nada más, ninguna volvió a abrir la boca, siguieron desayunando en silencio hasta que se escuchó la puerta del departamento siendo golpeada, Mack, al ser la dueña del departamento fue a abrir.

—¡Mí estrellita!. —se escuchó por todo el lugar, una débil sonrisa creció en los labios de la castaña al oírlo.

—Liam. —susurro al verlo entrar.

—Mi pequeña estrellita, ¿Cómo estás, bella?. —preguntó abrazando a la castaña.

—Bien, Liam, no te preocupes. —respondió aceptando el abrazo del chico.

—Ya debemos irnos. —aviso Jennifer.

—Iré por las maletas a la habitación. —dijo la castaña caminando hacia donde había pasado la noche.

El camino fue en silencio y nostálgico, no era fácil dejar ir a una persona y eso lo sabían, ahora se encontraban en la puerta del lugar esperando a que salga la terapeuta de Lyra

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El camino fue en silencio y nostálgico, no era fácil dejar ir a una persona y eso lo sabían, ahora se encontraban en la puerta del lugar esperando a que salga la terapeuta de Lyra.

—Siento el retrasó, mí secretaria no sabía dónde dejó los papeles. —dijo Elizabeth una vez salió del edificio.

—No importa, hiciste tiempo para que llegue Sue. —respondió la castaña apuntando a la morena con la cabeza.

—Okey, ¿Tienes todo lo necesario, Lyra?. —preguntó la señorita.

—Si, aunque algunas cosas de más. —respondió la castaña abrazaba a su hermana y mejor amigo, Liam

—Está bien, les daré espacio para que puedan despedirse y te espero en el auto. —dijo la señora sonriendo hacia los presentes.

—¡Lyra! —exclamó Mack alargando la "a" mientras envolvía los brazos alrededor de la castaña.

𝐏𝐈𝐒𝐓𝐀𝐍𝐓𝐇𝐑𝐎𝐏𝐇𝐎𝐁𝐈𝐀 ; 𝐉𝐚𝐜𝐤 𝐑𝐨𝐬𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora