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『ᴠɪᴠɪʀ ᴄᴏɴ ᴜɴᴀ ᴘᴇʀꜱᴏɴᴀ』

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『ᴠɪᴠɪʀ ᴄᴏɴ ᴜɴᴀ ᴘᴇʀꜱᴏɴᴀ』

El traje anaranjado otorgaba un calor como la estrella del mismo color, las llamaradas eran solo como se radiaba el odio entre los dos hacia aquél lugar. Bajó la cremallera dejando sus senos ser notables en la ceñida musculosa blanca que dejaba a la vista su escote, aunque era una tentación de observar nadie se atrevería a ello con solo observar los pliegues quemados de su piel entre sus dedos, codos y labios resecos y heridos.

—Odio este traje.—Jane se quitó la parte de arriba y la anudó en su cintura.

El chico pelinegro la miró, a él no le daba miedo mirar y como desde que era una recién adolescente sus hormonas le habían constituido un cuerpo de mujer. Bufó, claro que lo odiaría, seguro tendrías esa actitud por muchos años.

En las noticias celebraron su encarcelamiento, otros pedían una condena de muerte para ser ejecutados ante las cámaras de televisión. Jeff solo podía reírse de aquello, nadie conseguiría acabar con él si Slenderman, Jane o el Cazador lo consiguió, ni si quiera su propio hermano. Jane ignoraba la noticia para no acabar aún más en la oscuridad, a ella le deseaban la muerte "de forma injusta"—O así lo veía ella— ya que era una víctima más de quien tenía a su lado.

—Míralo por el lado bueno, esto es un hotel con horarios.

Jane lo miró, y después desvió su visión al baño, necesitaba usarlo con urgencia. Jeff se quedó solo delante de la ventana, tenía las vistas hacia el patio interno, seguramente lo visitarían más tarde pero primero estaba hambriento, no había desayunado y su última comida fue la cena de la noche anterior antes de salir, dar el patinazo con Jane y acabar en aquél lugar. Si no los hubiera metido a ambos en aquél callejón sin salida entonces no habría ocurrido, pero no tenía más opción.

—Jane, ¿Crees que ocurra como en las series de televisión?

—¿El qué?—La chica respondió desde el pequeño baño.

—Que haya bandas y todo eso. Seria divertido crear mi propia banda y que nadie se pudiera meter con nosotros. ¿Te Unes?

Se escuchó el sonido de la cadena y la chica salió acomodando su pantalón penitenciario, Jeff era así, decía las cosas sin pensar o al menos eso parecía. Solo iba a responderle manteniendo la calma, llevaban ahí una hora y aún no se hicieron nada por lo que, no era un récord, pero sí algo por lo que mantenerse en paz.

—Uno, no creo que haya bandas pero como cuando estas en la escuela supongo que se juntan con "amigos".—Hizo comillas con sus manos.—Y no, no me uniría a la tuya.

Jeff se quedó unos segundos en silencio haciendo gestos confusos con su rostro, como si escuchara algo incómodo. Después volvió a la ventana sin decir nada. La pelinegra parpadeó un par de veces intencionadamente sin entender.

ᴘʀᴇꜱɪᴅɪᴏ|| JaneffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora