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「ᴠᴇʀ ᴄᴏᴍᴏ ᴀᴄᴀʙᴀ ᴀʟ ꜰɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ᴅɪᴀ」

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「ᴠᴇʀ ᴄᴏᴍᴏ ᴀᴄᴀʙᴀ ᴀʟ ꜰɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ᴅɪᴀ」

La consulta no era la mejor, pero solo disponían de aquella pequeña sala que fue decorada lo mejor posible. Un sillón que crujía al sentarte, una pequeña mesa que separaba al escritorio donde se encontraba ese hombre que estaba seguro de que recopilaría información sobre él e intentaría averiguar lo máximo posible. No había privacidad, secreto de profesión, y mucho menos una ley que le obligara a guardar silencio sobre lo que diría. No, en la cárcel no.

Jeff se sentó en el sillón dando un gran crujido, era un chico alto pero delgado, con unos muslos un poco gruesos pero no demasiado, hombros un poco anchos...lo que se podría catalogar como "constitución masculina común". Se quedó en silencio pensando aún en lo que hablaría con Jane.

Aquél día, era asqueroso recordarlo, algo cruzaba su garganta pinchándolo y un calor desagradable subía por su cuerpo hasta acumularse en sus mejillas, menuda vergüenza. Fue la peor cosa que otra persona pudo presenciar de él, y mucho peor fue hablarlo con ella, con la chica que esa misma noche le estaría persiguiendo por las calles nocturnas.

—¿Jeff? ¿Estás aquí conmigo?

Movió un poco su cabeza saliendo de sus pensamientos y asintió.

—¿Qué vamos a hacer aquí?

—Hablar, nada más.—El hombre tomó un papel y un bolígrafo para apuntar todo lo necesario.—Jeff, eres un asesino, ¿A qué edad empezaste a matar?

Menuda pregunta más estúpida. Bufó antes de contestar.

—A los trece...

El hombre ya estaba apuntando lo que decía.

—Mucha gente considera el trece como un número de mala suerte, ¿Lo sabías?

—Me importa trece hectáreas de mierda.—Suspiró.—¿Quiere saber por qué empecé a matar, algo sobre mi infancia? ¿El qué me mueve a hacerlo ahora?

Aquél psiquiatra se quedó un poco sorprendido, parecía a sus ojos que él querría hablar realmente de lo ocurrido en su vida, algo que para muchos presos era cuestión de muchas más visitas. Dejó el bolígrafo en la mesa y lo miró directamente a los ojos, tenía unos ojos bastante brillantes.

—Si tú quieres hablar de ello, yo te escucho.

Jeff solo miraba al hombre que estaba al lado del especialista, movía los cajones y miraba los papeles, mientras el médico parecía no importarle en nada. Cerró los ojos intentando ignorarlo.

ᴘʀᴇꜱɪᴅɪᴏ|| JaneffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora