" ᴊᴀɴᴇ ꜱɪᴇᴍᴘʀᴇ ʜᴀ ꜱɪᴅᴏ ᴀꜱɪ "
*
Sí, recuerdo ese día como si fuera ayer, la claridad que podía ver a través de las ventanas cuando me desperté me hizo sentir relajada en los segundos antes de que todo el caos regresara, aunque si aquello hubiera durado más tiempo entonces habría pensado que seguía en un sueño. Mi habitación, la cual seguía oliendo a tabaco incluso el día después de fumar, estaba en silencio exceptuando...la edificación ruinosa en la que se encontraba.
La Creepyhouse, mi casa, mi hogar por desgracia como lo que dirían ahora dos tipos de adolescentes: Los que no saben lo que es el sufrimiento real y los que lo saben. Aquél lugar era una bendición, no lo voy a negar, pero a la vez era...terrible.
—¿Qué hora es?
Aquella mañana, como de costumbre, miré el reloj de mano que tenía en la mesita siempre, me levanté, fui al baño, oriné, esas cosas del día a día y además me amarré el pelo porque estaba del asco. Me daba miedo el primer paso fuera de mi habitación y ese día debía hacerle caso a mi instinto que me grita siempre "No salgas, quédate en tu habitación, comer no es tan necesario".
Nada más salir me encontré con un duende verde que pasó corriendo casi atropellándome, y detrás de él un mapache de 1'80 de altura.—...Muy bien, suficiente día.
Así que casi me regreso a la habitación, hasta que llegó la primera cosa anormal que sucedió ese día, y es que, aunque haya que explicarlo muchas veces y suene extraño, Slenderman sí tiene una boca, la cual no muestra para los humanos de ahí afuera. Me dijo algo que sería normal si no fuera por la repentina amabilidad.
—Jane, ven a desayunar y por favor, ¿Podrías venir más tarde a mi oficina? Tengo algo que hablar contigo.
Slenderman es nuestro cuidador, pero no por amabilidad, no por ser Creepypastas, sino porque somos sus ayudantes, y los ayudantes estamos marcados. Mucho se habla de que los "Proxy"- palabra sacada de otro rollo de internet que parece involucrar al señor pero no es lo mismo- son los llamados "Masky", "Hoodie", "Toby", "Kate" y miles más.
La gente debe aprender matemáticas.Como ayudantes, el señor Slenderman pide ciertas cosas que está fuera de su alcance debido a su físico, pero esta vez sentía que no se trataba de lo mismo, no era el seco "Jane, ven a mi oficia inmediatamente" de siempre. Era una petición amable de visitarlo. No me pude negar porque estaba muy curiosa, así que bajé.
La primavera se estaba acabando y mis pantalones largos de pijama lo notaban, pero en las noches seguía haciendo frío y mis piernas se vuelven rojas y heladas muy deprisa.
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ᴘʀᴇꜱɪᴅɪᴏ|| Janeff
Fanfictionᴘʀᴇꜱɪᴅɪᴏ;; Por culpa de su odio, Jeff y Jane acaban en la cárcel. Cuando se ven obligados a compartir celda, se dan cuenta que siendo los únicos Creepypastas encerrados deberán unir fuerzas. unir...¿Fuerzas? El estado mental de Jeff no está seguro...