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Había salido a aclarar su mente, quizás tal y como dijeron él mismo, sus pensamientos no eran los correctos, debía darse el lujo de unos segundos en su cabeza para escuchar su corazón, o al menos pensaba que eso hablaría pero en realidad es que el...

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Había salido a aclarar su mente, quizás tal y como dijeron él mismo, sus pensamientos no eran los correctos, debía darse el lujo de unos segundos en su cabeza para escuchar su corazón, o al menos pensaba que eso hablaría pero en realidad es que ella no era su tipo, ni ella ni nadie, ninguna mujer podía permitirse un espacio a su lado. Nina, una chica de la que no sabía nada desde hacía unos años, consiguió darse el lujo de estar con él no más que unos días y resultó horrible, tanto como por ella como por él.

Al final Nina solo le odiaba, su mente se había limpiado de toda la basura, el paisaje borroso se aclaró y Nina solo buscaba alejarse de él, como en parte Jane hizo por largos años.

—Ella tiene algún problema...lo que dijo no es normal, yo no soy el loco de esto.—Cerró la boca por unos segundos, dándose cuenta.—Pero si estoy hablando solo.

Miró sus pasos, sus zapatillas estaban desgastadas por los años y carreras que llevaba en sus huellas, los cordones se habían pisado mil veces y él ya estaba cansado de ellos, pero no podía robar unos sin más, necesitaba la talla correcta y eso era adentrarse en muchas casas. Una tienda sería un lugar peligroso en el que meterse tras salir de la cárcel.

Las calles como de costumbre estaban vacías, sobretodo al correrse la voz de que habían escapado de la penitenciaría. Las sirenas de policías aún estaban rondando por todas partes y no le dejaban pensar con claridad buscando por donde meterse.

—Estúpidos policías, estúpida televisión, estúpido Jeff, estúpido todo.

La voz de una muchacha le atrajo hasta un parque infantil cercano, sabía de quien se trataba pero le sorprendió ese insulto gratuito que se ganó. ¿Estaba pensando en él? Como no, si su teoría era más que cierta era lógico. ¿Acaso Jane se había enamorado de él? No, era un sentimiento poco común  en los Creepypastas y aunque hubo casos de relaciones no todas salieron muy bien, pero entonces, si no era eso, ¿Qué era? Algo parecido a lo suyo, sin duda.

—Hey, ¿Por qué soy estúpido ahora?

Se acercó a ella, estaba sentada sobre el tobogán resbaladizo de la pequeña casita infantil, tenía forma de castillo, grande y de madera, no se esperaba verla ahí, sentada y cansada de una posible carrera por los policías.

—Tú eres estúpido siempre. ¿Qué haces aquí?

Jane se acostó en el tobogán, su cabello estaba suelto y lo pisaba con su propio cuerpo, estirada como un faraón en su ataúd dorado. Jeff se apoyó en el juego a su lado, observando como cerraba sus ojos dejando de escuchar las sirenas algo más lejos de su posición actual.

—¿Y tú? Ninguno debería estar aquí fuera, así que desembucha.

Soltó un suspiro de desagrado, no quería contarle los motivos por los que se encontraba ahí, sobretodo ya que se trataba de lo mismo, aunque no lo supiera, la cabeza la tenía totalmente ida desde que habló con ese hombre, el primer y último psicólogo al que asistiría.

ᴘʀᴇꜱɪᴅɪᴏ|| JaneffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora