Cap. 3:
Al abrir los ojos, pienso en quedarme en mi super cama y mandar a la mierda la misión y todo. Hoy es el primer día de instituto y estoy que muero de nervios. He hecho esto miles de veces pero, no se porque, estoy mas nerviosa que nunca. Perezosamente, arrastro mi culo a la ducha y me paso quince largos minutos bajo el agua fría. Salgo y se lo que toca. Me dan ganas de echarme a llorar. Elegir vestido. Y como es el primer día, tendrá que ser el mas rosa de todos los rosas que tenia. Odio el rosa. Me sienta horrible. En fin. Me siento en la cama todavía envuelta en la toalla y miro pensativa el armario. Al final decido olvidar el rosa para otro día y escojo un vestido color melocotón con unos tacos negros y un bolso color crema precioso. Los bolsos son lo único que me alegran, en serio, me encantan. Me visto y me vuelvo a meter al baño a maquillarme y a peinarme. Paso rápidamente las planchas por mi pelo y me hecho un poco de rímel y brillo labial. Pienso en echar algo mas, pero la pereza y el hambre me pueden. Bajo y Josh ya esta abajo con mi desayuno preparado. Por un segundo se me para la respiración. Lleva una camiseta negra ajustada, unos vaqueros grises y sus vans negras. Me mira y sonríe al ver mi reacción, Aunque puedo notar que el también queda un poco cortado al ver mi atuendo. Nos hemos visto así mas veces pero había pasado tiempo ya desde la ultima vez. Supero la impresión del momento y me acerco a darle un beso en la mejilla. Me siento y desayuno unos cereales integrales y la leche. No me gusta nada pero hay que mantenerse en forma.
-date prisa Nad, tenemos que salir en cinco minutos. Y dicho esto Josh sale de la habitación para recoger su bolsa. Cuando baja con la bolsa y las llaves del coche, yo ya estoy preparada después de haberme lavado los dientes y haberme retocado el brillo labial.
Bajamos en el ascensor, ambos absortos en nuestros pensamientos, y así llegamos al coche, un mercedes negro. Al fin y al cabo, tenemos que hacer de multimillonarios. Cuando llegamos, nos damos un fuerte apretón de manos y salimos del coche. Observo el colegio. De nosotros depende el tiempo que pasemos en este lugar.
-recuerda, segura de ti misma Nad, eres la abeja reina. Me susurra Josh. Suspiro y con un gesto altivo sacudo mi pelo hacia atrás y comienzo a andar con paso seguro, seguida por Josh, que interpreta el tipo chulo y que ahora mismo se dedica a recorrer con los ojos cada mujer que ve, con aire de suficiencia. Empujamos ambos a la vez la puerta del colegio y sin detenernos, observamos el espectáculo. Suspiro. Lo mismo de siempre. Los tíos me miran y las chicas tratan de evitar que se les caiga la baba al mirar a Josh. Cuesta no reír en estas situaciones. Me paro y elijo a un chico bastante mono que no ha parado de mirarme desde que entramos para preguntarle por secretaria, acompañando mi aguda voz de fresita por un poco de parpadeo exagerado. Cuando el chico sale de su sorpresa, me indica el camino y sin dar las gracias me piro de ahí con el mismo aire decidido con el que he entrado seguida por Josh. No me tomen por maleducada, mis modales eran perfectos, pero cuando hacia de abeja reina... Tenia que ser así. Llegamos a secretaria entre miradas y cuchicheos. El director nos recibe rápidamente. Es el único que sabe quienes somos en realidad. Aquí ya no tengo que interpretar.

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No confíes en mi
RomantizmNadia es una chica de 16 años de apariencia normal. Y ahí se acaba todo lo normal que hay en su vida, y es que Nadia y Josh, su mejor amigo, trabajan para una agencia un tanto... especial. Ambos son espías, especializados la detención de mercados d...