Anormal | 1

35. Imágenes impresas

Entré a la cocina y tomé asiento en el piso, donde habían colocado mantas a manera de picnic ya que no había suficientes sillas en la barra para sentarnos todos. Evité mencionar que había un comedor para doce personas en la habitación de al lado. Estábamos acostumbrados a comer juntos, apretujados en un círculo mal hecho. Si el piso pulido lo cambiábamos por madera, fácilmente podríamos sentirnos de vuelta en la Cabaña, como si nada hubiese cambiado.

Pero todo había cambiado.

—¿Cami? —llamó Michael una vez que empezamos a comer. Alcé la mirada. —¿Quieres hablar sobre... lo que sucedió hace unas horas o sobre Frederick... o sobre alguna idea que tengas... o sobre...? Tú decide sobre qué quieres hablar.

Me aclaré la garganta.

—No soy de cristal, chicos. Podemos hablar sobre Frederick. O sobre nuestra siguiente misión. O sobre-

—¿Nuestra siguiente misión? —interrumpió Eagle. —¿Significa que estás de vuelta?

Negué con la cabeza.

—Solo para la misión de rescate de Frederick.

Asintieron, comprendiendo. Ya estaban esperando una respuesta similar. Sabían que yo no cambiaba de opinión tan fácilmente.

—No sabemos casi nada de los atacantes —comencé a pensar en voz alta. Nos ayudaba a aclarar ideas. —Conocemos a Jack. Sabemos que trabajan para el Trío y que deben de tener alguna conexión con la Sinfonía. No tenemos muchos lugares de dónde obtener información, especialmente sabiendo que la Sinfonía se metió con nuestras memorias de la fiesta y no sabemos exactamente qué fue real o no, ni siquiera sabemos si tenemos más memorias falsas.

—Todo lo que sucedió antes del día de la fiesta fue real —dijo Ryan, con una seguridad en su voz que nunca antes habíamos escuchado.

—¿Hiciste tu voz más grave a propósito, McQueen? —se burló Anthony. —¿Cómo sabes que no tenemos más memorias falsas? Tal vez las misiones también fueron falsas. Tal vez todas son memorias implantadas. ¿Creen que nos estén controlando así? ¿Cómo sabemos si los demás son reales? ¿Nosotros somos reales?

Brandon suspiró y palmeó a Anthony en la espalda.

—Necesitas una pequeña siesta, hermano. Tu paranoia está apareciendo. Vamos al sillón.

—No, no. —Los detuve con un gesto. —Anthony Paranoico puede ayudarnos ahora. Necesitamos todo tipo de ideas, todo tipo de teorías. Tenemos poca información, así que cualquier tipo de aportación es bien recibida.

Brandon se encogió de hombros y se puso cómodo de nuevo. Nos mantuvimos en silencio, esperando una respuesta de Ryan, pero él no notó nuestra atención sobre él hasta que Anthony le lanzó una hoja de lechuga a la cara.

—¿Qué? —preguntó Ryan inocentemente.

—No sé, tú dinos. —Eagle se encogió de hombros. —¿Tu hermana te dijo algo sobre nuestras memorias falsas? ¿O cómo sabes con tanta certeza que todo antes de la fiesta fue real?

Ryan negó con la cabeza, inseguro. Hasta ese momento pude notar algo extraño en él. Lucía diferente de alguna manera, casi como cuando Anthony se había quedado atrapado en un duplicado del cuerpo de Ryan. Había algo alrededor de él que mis sentidos no podían captar exactamente, pero mi intuición decía que estaba ahí.

—Estás utilizando tu poder —deduje. Todos volvieron su atención a mí, pero yo mantuve la vista fija en el chico de ingenuos ojos azules. —Este poder... es nuevo. No te había visto utilizarlo antes. No lo había sentido.