28. Palabras anteriores

32 9 26
                                    


A la mañana siguiente me desperté al escuchar la madera crujir debajo de los pasos de los chicos que se iban despertando. Intenté reconciliar el sueño numerosas veces, sin éxito. Me di por vencida y me levanté del sillón, el cual era extrañamente cómodo a pesar de que claramente llevaba años de uso.

Mi cuerpo aún dolía y ardía como si alguien me hubiera sumergido en aceite hirviendo, pero había disminuido en gran medida. Podía moverme sin sentir que el mundo se iba a venir abajo en cualquier momento.

Busqué a los chicos en la cocina, encontrando a Brandon comiendo solitariamente. Nos saludamos. Nos preguntamos cómo estábamos. Recibimos respuestas cortas. Pregunté por los demás chicos y Brandon me dijo que Frederick estaba entrenando en el bosque y Anthony estaba tomando una ducha.

Salí hacia el bosque, sintiéndome inmediatamente mejor con la brisa fresca y el olor a tierra. Agudicé mi oído por unos segundos hasta que escuché a Frederick detrás de la cabaña. Solíamos entrenar al frente, en el claro que estaba antes de llegar al porche, pero Frederick seguro fue a la parte trasera para no despertarme. Aún no había vidrios en las ventanas, así que los sonidos del bosque se colaban fácilmente a la sala de estar.

Al llegar con Frederick, recargué mi hombro contra la pared de la cabaña, esperando que él decidiera tomarse un descanso para notar mi presencia. A pesar del frío en el bosque, Frederick no llevaba chaqueta puesta, solo una playera gris lisa y ajustada que no escondía sus músculos. Estaba dando golpes y patadas al aire, con sudor recorriendo por su cuello y espalda. Cada ciertos segundos se teletransportaba entre golpes y cambiaba su objetivo invisible.

La teletransportación era un poder útil en peleas. Lo sabía de primera mano. En los años de prácticas y entrenamientos con él, había experimentado los ataques sorpresa que Frederick lograba al teletransportarse. El poder servía tanto para esquivar un golpe como para darlo sin que el contrincante se lo espere. Yo siempre había envidiado a los teletransportadores.

Frederick detuvo su entrenamiento al verme.

—¿Cómo te sientes? —preguntó después de una sonrisa como saludo.

Me encogí de hombros.

—He tenido peores días.

Frederick bufó. Caminó hacia mí tranquilamente.

Me estudió con la mirada. Vi la duda en sus ojos antes de pronunciar las palabras.

—No hemos tenido tiempo de hablar sobre Ryan —comentó.

Fruncí el ceño.

—¿Hay algo sobre Ryan por hablar?

Frederick imitó mi postura contra la pared, tan cerca de mí que pude oler su aliento a ¿menta? ¿Dónde había conseguido mentas?

—Recapitulemos tu historia con Ryan, ¿te parece? —ofreció Frederick sin darme tiempo a responder. —Se conocen desde la preparatoria, tu primer enamoramiento después de terminar conmigo. Te gusta, pero él tiene novia. Resulta que él tiene poderes y está con nosotros en el Equipo Élite, pero fingió no conocerte solo para quedar bien con Anthony. Se disculpó, pero después volvió a comportarse como un idiota. Le dijiste que te gustaba, pero, repito, él tiene novia. Vamos a la fiesta y él termina con su novia, pero no quiere intentar nada contigo. Lo hablan, pero-

—Yo no quise una relación con él —corregí, con los brazos cruzados—. Sí, lo hablamos. Y no hay "pero" ahí —añadí antes de que él hablara—. Estamos conformes con la situación.

—Ajá. ¿Entonces por qué no han cruzado palabra desde la fiesta?

Rodé los ojos.

—Porque hemos estado ocupados.

Anormal | 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora