Conociendo Thinkingland.

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Después de jugar con la "Magia" de los collares y crear desde una mascota hasta nuevos celulares nos dolía horrible la cabeza.
Aún tenía muchas dudas sobre como funcionaban los collares, así que me acerqué a Kristal quien parecía ser la mas "Humana" de las tres y la que más sabía. Ella estaba acostada en una hamaca que había hecho ella hasta con dos arboles para sostenerla.

–¿Como se puede hacer todo esto solo con un collar?–pregunté confundida.

–Pues, no lo se–dijo alzando los hombros–hace muchos años atrás yo era una chica como tu, llegue aquí de la misma forma que tu y tus amigas, también me dijeron todo, o al menos lo necesario pero yo decidí quedarme aquí para siempre–cerró los ojos y suspiro.

–¿Por qué?–pregunté

–No lo se. Todo parecía tan hermoso, perfecto... Mágico–volteo a verme–pero no todo es igual a como lo pintan sabes. Aún así me quedé, tiene sus ventajas.

–¿No extrañas a tu familia?

–Nunca pienso en ellos, seguro ni se han dado cuenta que me fui–dijo con nostalgia.

Dejé de preguntarle cosas, parecía que el tema la ponía triste, así que mejor y fui con Agria.

–Hola... –saludé tímida.

–Hola–me senté a un lado de ella en el pasto húmedo.

–¿Sabes como funcionan los collares?–pregunté, Belly y Gaby escucharon y se acercaron a nosotras.

–Si, yo también quiero saber–dijo Belly.

–Verán–comenzó Agria viéndonos un poco insegura–Es la magia del polvo de Hadas.

–¡Polvo de Hadas!–dijo Belly feliz–sabía que era eso.

–¿Lo sacan las pequeñas hadas de sus manitas así como en Peter Pan?–preguntó Gaby emocionada.

–No. De hecho aplastamos y machacamos a las hadas mas pequeñas hasta que se hacen polvo–respondió Agria de lo mas normal.

–Oh–dijo Gaby con cara de susto. Al igual que Belly y yo.

–y... ¿Los collares tiene algún significado o...?–preguntó Belly mirando su collar.

–Claro–dijo Agria–Belly la tuya es una llave porque tienes la llave de la sabiduría–miró a Gaby–Tu Gaby, eres muy enamoradiza y sabes jugar a cupido–Sonrió y me miró–El tuyo pequeña, es una nota porque eres como la musica.

–¿Como?–pregunté asustada.

–Haces que las personas puedan comunicarse y entenderse entre ellas con solo escucharte, además de que le caes bien a todos y a los que no... Es por tu defecto.

–¿Defecto?–pregunto Gaby—¿Cuál?

–Eso ya lo sabrán–le contestó–todas tienen uno. Hasta yo. Nos hace débiles y terminamos sin poderes.

–Entonces... La magia es real–hablé no muy segura tratando de cambiar de tema.

–Esto–abrió sus brazos tratando de señalar todo alrededor–Es mágico.

–Clarooo–dije frunciendo el ceño no muy segura y asintiendo con la cabeza.

***

–¡Es el mejor día de mi vida!–gritó Belly desde el cielo.

Resultaba ser que no solo podíamos aparecer objetos, tambien haciamos que nuestros "Deseos" se hicieran realidad.
Belly sin pensarlo dos veces, deseo volar, y ahora yo estoy sentada desde el suelo viendo como ella vuela en lo mas alto mientras canta "¡Se que puedo volaarrr!" y también veo que mi mejor amiga está peleándose con un unicornio que se está comiendo su camisa nueva que dice "Amo a 1D" en parte está bien para mi que se la coma, nunca fui fan de 1D, me caen bien y una de sus canciones esta en mi celular, pero se que al tener esa camisa me fastidiara presumiendo que tiene una camisa de su banda y yo no.

Además de saber que se conceden deseos, se crean cosas y que el polvo de hadas se hace machacandolas - eso ultimo fue muy perturbador, mi infancia arruinada- también supimos que los objetos que deseemos aquí, por ejemplo la camisa de Gaby, entrando al mundo real se quedarían y jamas iban a desaparecer.

Kristal y Abril nos llevaron a conocer todo Thinkingland, vimos toda clase de criaturas: hadas, unicornios, duendes, gnomos, elfos, animales que hablan, faunos, Minotauros, ballenas voladoras, sirenas, Dragones, grifos, ninfas, fenixs, hipocampos, y también Trolls, ciclopes, arpias, ogros, nagas, unas juguetonas Doxys, treants, sílfides...

Lo que llamó mi atención fue que todas las criaturas eran del sexo femenino. No pude aguantar la duda y pregunté a que se debía esto. Me dijeron que era porque en Thinkingland no deben entrar los del sexo masculino.

Si mis cálculos no me fallan, hemos estado fuera de nuestro "mundo" aproximadamente 2 minutos -en tiempo normal-, seguro ya estaban buscandonos, casi olvidaba que nos fuimos mientras estaba lloviendo. Me dolían horrible mis pies de tanto caminar y terminé apareciendo unas botas blancas para que combinaron con el vestido y para que mi pies descalzos descansaran un poco.

A diferencia de mis amigas quienes viajaban sentadas en un par de nubes y aunque me invitaban a hacer lo mismo yo me negaba.

Aproveché que las criaturas - que hasta hace unas horas estaba mas que segura son mitológicas- sabían hablar español para hacerles unas preguntas, porque el idioma de aquí parecía una mezcla rara entre español, ingles, portugués, italiano, francés, irlandés, chino, japones y Africano. Hablé un poco con cada una y la mayoría fueron groseras o no me prestaban atención.

***

Ya eran 4 minutos fuera de nuestro mundo, yo empecé a preocuparme mucho.

Estábamos en la misma mesa del palacio y ahora también estaban todas la criaturas de Thinkingland que habíamos visitado, era un enorme banquete para celebrar nuestra llegada.

Entonces pasó por mi cabeza un pensamiento:

" Y ¿Si esto es solo un sueño? Eso suena lógico. ¿Como es posible que con unos collares llenos de polvo de hadas podamos volver realidad nuestros pensamientos? Y estoy sentada en un banquete con muchas criaturas mitológicas, es decir, es un sueño. En cualquier momento voy a despertar en la escuela, me van a decir que Emiliano me dio un balonazo en la panza 'accidentalmente' jugando fútbol y que me desmayé. Si, eso pasara"

Seguía esperando, la cena casi acababa y yo y mis amigas seguíamos ahí en Thinkingland, es decir, aun no he despertado.

Aproveché que Belly estaba contando una de sus historias que cuenta siempre y que me sé al derecho y al revés, todas estaban atentas escuchando, así que metí por debajo de la mesa mis brazos y me di un pellizco muy fuerte en uno de ellos, me dolió tanto que di un grito de dolor, causando que todo mundo me mirara muy atentamente, yo solo di una risita nerviosa, y me sonroje de la vergüenza.

–Jenny E.

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