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Habían pasado a penas unos minutos, pero para Annie habían sido horas, no entendía nada de lo que estaba sucediendo. ¿De verdad Hange no se acordaría de nada cuando despierte? ¿se olvidaría de Nash y ella? 

 —Esto es mi culpa—Dijo mentalmente Annie, mientras de deslizaba por la pared hacia el suelo—Es mi culpa...—En su cara se veía el temor y la tristeza tallada. 

 —No es cierto—Mikasa se paro de cuclillas frente a Annie, sostuvo su rostro con sus manos para que la viera a los ojos—No es tu culpa, no fuiste tu quien se atravesó en el camino de Hange mientras conducía—Suspiró al ver a su Annie en tan mal estado—No fuiste tu la que construyó aquel poste de luz con el que se estrelló...tú no le diste el trabajo extra que hacía por las noches, esto no es tu culpa, no te culpes cariño—Beso su frente, intentando que ella mejorará aunque fuera en lo más mínimo.

—Es mi culpa...yo le dije que no quería que me volviera a hablar...me levanto la voz por una tontería y yo fui una tinta al dejar que se propagara el problema, lo más seguro es que trabajo hasta altas horas de la noche por mí, para evitar hablarme como le dije—Su pecho le dolía de maneras indescriptibles. 

 —Annie, no es tu culpa...a Hange no le gustaría que te culparas, mejor piensa que vamos a hacer cuándo despierte. Cuándo esté despierta piensa en cómo la abrazaras, en ustedes llorando mientras se piden disculpas, no pienses cosas malas—Mikasa hacia lo mejor posible para animar a Annie. Sus labios se curvaron y la miró a los ojos—¿Como le pido salir formalmente contigo? La última vez que lo intente me dio un golpe en el rostro y me dijo que tenia que alejarme. 

 —Tendrías que irte a trabajar con ella, todos los días, para que así te tenga vigilada—Annie lo dijo de manera descuidada. Soltando una pequeña risa.

—No me importa hacer eso mientras pueda estar a tu lado—Mikasa le dio un beso en la mejilla a Annie—Claro, también quiero pedirle permiso a Nash pata que me deje ser su... 

 —Para ahí...¿Quieres pedirle a Hange permiso para salir conmigo?—Annie no se había dado cuenta de que Mikasa había dicho eso, estaba totalmente sorprendida. 

 —Si, quiero que seamos una pareja formal, y que quizás en algún momento podamos formar una familia, eso sucederá después de graduarnos, quiero que seas feliz, sin preocupaciones. 

 —Woah, me gustaría que fuera como dices pero dudo que a Hange le guste la idea, a Nash lo le importará, mientras sea feliz, pero el problema es Hange, ella colgara tu cabeza en una estaca de madera antes de que le robes a su pobre e inocente hija—Annie sonrió al ver la reacción de Mikasa. 

Se había puesto sienta ante ello.Era cierto, Hange siempre protegía mucho a Annie, y a pesar de que una parte de si le daba miedo la idea de tener su cabeza colgada en la puerta principal de la casa de Hange y Nash, otra parte de si misma había encontrado excitante la última frase dicha por Annie. 

 Se acercó hasta el lóbulo de su oreja y lo mordió, haciendo que Annie casi al instante diera un suspiro de placer. Se alejó un poco y suspiró bajando la cabeza.

—No me tientes, estamos en un lugar público—Susurró. Mikasa levanto su cabeza quedando a pocos centímetros de los labios de Annie—¿Qué pensará Hange al enterarse que su pobre e inocente hija fue corrompida en plena sala de espera de un hospital? ¿Crees que me deje salir contigo si sabe?—Deposito un beso en los labios de Annie y antes de perder el control se separó de ella—Creo que no lo haría. 

 —Est... 

 —Yo creo que no te dejaría, menos si sabe que me diste un beso en un lugar público sin que te haya dado el permiso de tocarla, se negará completamente—Una voz detrás de las se escucho. 

Ambas temblaron de miedo y vergüenza. Annie se levantó de un salto, con su cara toda roja a causa de lo avergonzada que estaba. Se excusó de que tenía que ir urgente al baño. Aunque ni Mikasa ni Nash se lo creyeron. 

 —Espero que no estés jugando con ella, no voy a meterme en su relación, a mi no me importa—Nash le dio una palmada en el hombro a Mikasa, ella aun seguía en el suelo—Mientras Annie sea feliz estaré a favor de su relación, pero no quiero que vuelva a sufrir...quiero que sonría y sea feliz, te pido que no juegues con ella, tienes mi noto de confianza, si lo arruina no solo Hange ira a buscar tu cabeza...por ahora, ella te necesita, Hange no despertará en quizás cuanto tiempo...y seguirá culpándose de ello...—Nash podía ser muy tranquila, aunque a veces era muy atemorizarte. 

—Puede estar segura, no me haré daño a Annie, y si en algún momento sucede, tienen el derecho de golpearme—Mikasa tenía su cara en total seriedad—Tiene que saber algo...tuve un accidente cuando era más joven, mi primo no me dijo que lo causó...pero desde ese momento siempre he estado buscando algo o a alguien—Suspiró y no pudo evitar sonreír—De algún modo cuando estoy con Annie todo cambia, siempre siento que me estoy cayendo a un abismo sin fondo y oscuro, pero cuando ella está a mi lado me siento con vida, todo lo que pienso se me olvida y solo me concentró en ella, solo puedo pensar en Annie, puede que suene cursi, pero es lo que siento y no puedo evitarlo—Mikasa se levantó y quedó frente a Nash. 

Ella estaba sería, más de lo normal, de algún modo aquello hizo que se sintiera nerviosa, aún más cuando vio que se acercaba al punto de estar a centímetros de distancia. 

 —¿Que tipo de accidente? 

 —Me tire de una ventana de mi casa—Respondió cabizbaja. 

 —No es malo ser cursi, como dices, todo sonó como quería que respondieras, lo único que no me cuadro fue lo de tu primo—Su mirada hacia que Mikasa se sintiera pequeña y débil—¿Por qué tener un accidente que quizás se podía evitar? 

 —Sinceramente, no lo sé, no sé qué sucedió ese día, pero me lance de un tercer piso...la altura no era mucha pero estaba cerca de un árbol de cerezo que mi madre había plantado cuando era pequeña, al momento de lanzarme mi cabeza choco contra una raíz que sobresalía...estuve en coma por una semana y cuando despierte no recordaba nada de lo que pasó, mucho menos lo que había pasado años antes—Mikasa suspiró con pesadez—Me contaron de mi accidente pero no me dijeron porque lo hice...aunque siempre que veía el amanecer o atardecer esperaba que alguien llegará...pero nunca pasó. 

 Nash suspiró y la abrazó. Su intuición le decía que debía dejar que Mikasa y Annie tuvieran una relación. Se separó con rapidez de ella y la miró dijo. 

 —Protege a Annie, no del mundo, de ella misma, Annie ha tratado de quitarse la vida muchas veces, algunos días se esfuerza por sonreír y no preocupar a Hange o a mi...pero cuando esta contigo tiene esa distintiva mirada...y su sonrisa es tan genuina, eso me mantiene tranquila...no le hagas daño, no me defraudes. 

 —Confíe en mi, no la defraudare, y si llegase a pasar, le aseguro que me alejare de ella para no dañarla...—Mikasa sonrió al ver a Annie llegar nuevamente. 

 —Eso espero—Nash se fue a sentar a las bancas que habían a pocos metros de distancia, igual de seria que antes.

XiaoLuaYue.

Si lo hubiera dichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora