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Bucky despertó por un rayo de sol que le daba en un ojo, giro la cara a un lado para no ser molestado por la luz, además que sintió un cuerpo al lado de él, con una sonrisa abrió sus ojos para ver a Zemo, el cual estaba de espaldas, él lo tenía abrazado por la cintura, se sentía bien, más que bien, se podía acostumbrar a despertar así.

Observo a Zemo, su lindo cabello castaño, el cual se aclaraba con los rayos del sol, la suave piel blanca, las pecas que estaban por su cuerpo, se acercó para besar la parte trasera de su cabeza, con delicadeza le acarició la espalda y dejando húmedos besos en cada peca que se encontraba. Logrando despertar al castaño, el cual estuvo en sí, cuando comenzó a sentir besos en su cuerpo, notando el brazo de Bucky rodeándolo, lo acarició.

Con lentitud Zemo dio media vuelta para mirarlo de frente, a Bucky le causo ternura, el castaño tenía los ojos entrecerrados debido al sueño, se acercó y le dio un suave beso en los labios, al separarse observo la sonrisita que se pintó en Zemo, además de que tenía los ojos cerrados.

–¿Qué hora es? pregunto el castaño.

–Son las 7:49.

–Mmm... no me quiero apartar de aquí.

–Yo tampoco, pero tengo hambre. – le comenta riendo, causando una leve risa al castaño.

–Pues vamos. – dice abriendo los ojos y viéndolo con una sonrisa.

–Pero antes una ducha, ¿juntos? – sonríe coqueto Bucky.

–Vamos.

Ambos se ponen de pie, totalmente desnudos, no sienten pudor, conocen el cuerpo del otro a la perfección, así que entre comentarios del desayuno entran al baño, en donde la ducha se extiende por varios minutos extras y en la habitación se escuchan pequeños gemidos y siseos que se contrarresta con el sonido del agua correr sobre ellos.


Zemo lo observa, después de desayunar y juntos limpiar los utensilios de la cocina se sentaron en el sofá, escogieron un documental para ver, algo que Zemo no estaba prestando atención en nada, solo observaba a Bucky, el cual si se encontraba concentrado en lo que pasaba y decían en el televisor.

Le gustaba mucho mirar a Bucky, se había dado cuenta que su cabello no tenía un tono especifico, ya que, cuando estaba bajo los rayos de sol algunos mechones de su cabello parecían ser castaño, en esos momentos se veía negro, además de que ya le estaba empezando a crecer, un poco más y seria necesario cortarlo, aunque tenía cierta curiosidad de ver a Bucky con el cabello más largo. También tenía un rastro de barba que le estaba saliendo.

Era el momento de hablar, sí o sí.

–James.

–¿Qué paso? – preguntó con la mirada en el televisor.

–Tenemos que hablar. – con esa pequeña frase, Bucky dejó de ver la pantalla para verlo directo a él. – Más bien yo tengo que hablar.

–¿Pasa algo malo? – pregunta con la voz teñida de un poco de preocupación.

–No. – dice para luego quedar en silencio. – O no sé cómo lo tomes.

–Dime. – dice al mismo tiempo que le baja el volumen al televisor, necesitaba poner atención a lo que le diría Zemo.

–Bien. – dio un respiro profundo antes de hablar. – Es sobre mí, no he sido completamente honesto contigo, no te he dicho quién soy.

–Helmut Zemo, ese eres ¿No? – habla confundido Bucky, no quería ni pensar que era mentira su nombre. – Helmut.

Fuego  (WinterBarón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora