Entre secretos y mentiras [SPOP AU] ~PAUSADA~

17. Notitas de amor

Por la noche Catra llegó al departamento de Adora con flores y un buen consejo que Perfuma y Scorpia le habían dado esa tarde.

—¿Y esa cara? —preguntó Scorpia cuando Catra apareció en su camerino buscando a la maquillista.

Hablar de sus problemas no era algo que Catra hubiera hecho, abrirse con los demás era algo que había sido difícil para ella toda su vida. Sin embargo, había cambiado quizás inconscientemente gracias a la rubia.

—Mi novia me invitó a una cena con sus amigos —dijo Catra con pesadez mientras se dejaba caer al sofá del camerino de Scorpia.

—¿Y cuál es el problema? —preguntó Scorpia un tanto confundida desde la silla frente al espejo.

—¿Y si no les agrado? —lloriqueó la castaña.

—Catra, eres una persona muy agradable —dijo Perfuma amablemente, emergiendo de la puerta del baño.

Prime se sentó bien en el sillón, casi había olvidado que la maquillista estaba ahí.

—Perfuma tiene razón —afirmó la más alta luego de darle una pequeña sonrisa a la rubia—. Solo se tú misma y seguro quedaran encantados.

Y eso fue exactamente lo que hizo. Habló de su interés por el cine y la literatura, así como de sus experiencias en el trabajo.

Le sorprendió sentirse tan cómoda con ellos, al grado de sentirse parte del grupo, como si se conocieran desde siempre.

No había tenido muchos amigos en su vida, Entrapta había sido la única hasta que apareció Scorpia.

—¿En qué piensas? —le preguntó Adora abrazándola por detrás, recargando su barbilla en su hombro.

La actriz estaba frente al espejo del baño cepillando sus dientes desde hace un rato.

—Me sentía tan sola antes conocerte —admitió dejando el cepillo aun lado.

Era la verdad aunque lo dijera hasta ese momento. A veces entre menos pensará lo que diría, más sinceras eran sus palabras.

Adora sonrió mientras tomando de la cadera a Catra girándola para quedar frente a ella.

—Espero que nunca te sientas sola a mi lado —dijo la rubia para besar dulcemente la mejilla de su contraria.

Y ahí, en el baño del apartamento de Adora y aun con resto de pasta de dientes en la boca, Catra dijo las dos palabras que quería decirle a la mujer frente a ella desde hace tanto tiempo.

—Te amo. —Sus ojos fijos en los azules de Adora.

Llevaban cinco meses de conocerse, pero el amor entre ellas era evidente e intenso. No se sintió apresurado, más bien se sintió como debe sentirse, como una caricia al alma.

—Yo también te amo —respondió la rubia con una gran sonrisa.

A diferencia de lo que ambas tenían en mente cuando inició la noche, prefirieron sólo acostarse y dormir, no sin antes susurrar un buenas noches lleno de cariño a la otra.

En un acuerdo tácito cambiaron las usuales posiciones: Esa noche Adora abrazó por detrás a Catra y besó su cabeza, sus hombros apenas cubiertos por una fina tira de su pijama y envolvió su brazo alrededor de su cintura.

Fue tan perfecto dormir así que cuando Catra despertó a la mañana siguiente enseguida sintió la falta de Adora a su lado. Era consciente de que la rubia tenía que trabajar pero eso no hacía su ausencia menos llevadera.

No sabía ni qué hora era, pero sentía que había dormido de maravilla. Rodó en la cama, solo para poner su cara en la almohada donde antes descansaba la cabeza de Adora. Su olor aún se percibía, una especia combinación de vainilla y canela.