Entre secretos y mentiras [SPOP AU] ~PAUSADA~

21. Amada hija

El otoño era una época de sentimientos encontrados para el mayor de los Prime. En un otoño había ganado a una persona amada para él, pero en otro había perdido a otra.

—Señor Prime —lo llamó su asistente. El hombre dejó de mirar las hojas de los arboles caer desde la ventana de su gran oficina—, he agendado la cita con la agencia de banquetes para hoy a las 7:00 p.m.

Horde sonrió con genuina alegría, los preparativos para la fiesta de Catra ya estaban en marcha. Él adoraba organizar dicho evento, ese año su amada hija cumplía 24. Soltó un suspiro nostálgico.

—Me parece bien, muchas gracias por la prontitud —dijo amablemente en respuesta.

Su asistente solo asintió y salió de su oficina. Si bien ser el dueño de una gran cadena de hoteles lo mantenía ocupado la mayor parte del tiempo, siempre era él quien se encargaba de todos los asuntos de la fiesta personalmente. Siguiendo con ello tomó su teléfono y llamó al mayor de los gemelos.

—Hermanito —saludó animadamente el mayor—, solo llamó para pedirte de manera especial que tengan listo el salón principal del hotel este sábado. Sabes que este fin de semana es el cumpleaños de Catra.

El peliazul era el encargado de la sede central de los hoteles la cual se encontraba en aquella ciudad.

—Claro que si hermano, cuanta con ello —le aseguró—. Ahora dime ¿Contaremos con la presencia de la oficial Grayskull?

Horde hizo una mueca al pensar en la rubia.

—Espero que no, después de lo que me dijiste sobre su pasado le advertí que se alejara de mi hija —le explicó a su hermano tranquilamente—. Por suerte Catra no ha vuelto a mencionarla.

Desde su propia oficina Hordak sonrió ante la noticia.

—En ese caso, supongo que seremos los mismos de siempre —declaró el menor.

—Sin novedades como me gusta —afirmó el mayor balanceando su pie y sonriendo.

Los dos mayores Prime no podían estar más equivocados.

Ya empezaba a oscurecer cuando golpeteaba el volante con sus dedos un tanto ansiosa. Estaba esperando en su auto a que Adora saliera de su tercera cita con el psicólogo.

Ya habían pasado un par de semanas desde la reunión en casa de su padre, pero Catra aún no se había atrevido a hablar con él.

Pero casi como si el destino lo hubiese arreglado todo, su teléfono sonó.

—Hola hija —saludó su padre con alegría.

—Hola papá —saludo un tanto nerviosa.

—Estoy probando el banquete para tu fiesta —le explicó a su hija—. Todo está delicioso, pero pensaba...En el plato principal qué te gustaría ¿Res o pollo? Sé que te gustaba más el pollo pero...

—Papá —interrumpió la joven armándose de valor.

—Dime querida —le dijo su padre cariñosamente.

—¿Por qué le dijiste a Adora que se alejara de mí? —intentó sonar calmada aunque no era así.

Raramente el señor Prime se quedaba sin palabras y esa fue una de esas veces. Al no obtener respuesta Catra siguió soltando todo lo que pensaba.

—Honestamente creí que estarías feliz por mí. Es la primera vez que me enamoro en toda mi vida, pensé que eso sería algo para celebrar —dijo un tanto decepcionada.

—Catra hija, mira, yo... —El hombre quería hacer entrar en razón a su hija, sin herirla en el proceso—. Creo que no conoces a Adora lo suficiente, sino sabrías que no te conviene.

—No papá, tú eres quien no la conoce —Catra intentaba no exaltarse, pero le estaba resultando difícil—. Sí, no se todo sobre ella, pero cada día la conozco más y sé que amo cada parte de ella.

Padre e hija siempre habían sido muy unidos y los desacuerdos eran poco comunes entre ellos así que Horde no sabía muy bien cómo actuar.

—Pero hija, si te lo digo es por tu bien —dijo el hombre empezando a sentir un cierto dolor en el pecho, no quería pelear con su hija—. No soportaría perderte. Te amo demasiado.

Aquello tocó profundamente a Catra. Le recordó a lo que Adora le había dicho aquella noche de lluvia. También le recordó que además de sus tíos y ella su padre no tenía a nadie más.

—Lo sé papá y yo también te amo —le dijo con mucho cariño y honestidad—. No me perderás de ninguna manera.

Horde entendió algo, si él no aceptaba a su hija entonces sí que la perdería.

—Entonces más le vale a esa rubia cuidarte —bromeó el padre.

—Vamos pa, tú no me criaste para que nadie me cuide, me puedo cuidar sola —alardeó la hija. Sin embargo luego sonrió y habló enserio—. Pero no debes preocuparte, con ella siempre me siento segura.

Horde sabía que Catra tenía razón, ella era una mujer fuerte e independiente, debía confiar en ella y en sus decisiones.

—Me alegro de escuchar eso y tienes razón con lo de hace rato, debo conocer mejor a mi nuera —dijo con un tono más relajado.

Catra soltó una risita.

—Bueno podrás conocerla un poco mejor en mi fiesta este sábado —propuso animadamente.

—Tienes razón —admitió el padre.

Sabía que su mejor amiga claramente estaba contemplada en la lista de invitados, más ahora que era pareja de su tío. Sin embargo sabía que quería invitar a más personas que los años anteriores, su vida sin duda había cambiado desde la aparición de su princesa rubia.

—Además invitaré a dos amigos nuestros —le planteó pensando en Bow y en Glimmer, luego recordó a otras dos persona a las que se había vuelto cercanas— y también a dos nuevas amigas.

Aquello sorprendió y alegró al padre de la joven en partes iguales. Su hija nunca había tenido muchos amigos.

—Claro invita a quien quieras —le respondió más que feliz—. Bueno seguiré con los preparativos, entonces ¿Res o pollo?

Mirando por la ventana se dio cuenta que Adora ya se dirigía al auto.

—Confió en tu buen gusto papá. Bueno debo colgar, te quiero.

—Y yo a ti hija, nos vemos el sábado —se despidió amorosamente el hombre.

Catra tenía una expresión curiosa como una sonrisa tonta, pero con el ceño fruncido.

—¿Todo bien cariño? —preguntó la rubia un tanto extrañada al subirse al auto.

Los sentimientos de Catra se encontraban aun a flor de piel. Con justa razón se acercó a Adora y juntó sus labios en un gran beso el cual fue felizmente correspondido.

—Dile a Bow y a Glimmer que se preparen, este fin de semana tenemos una gran fiesta —le dijo sonriendo ampliamente una vez que se separaron.

Adora también sonrió, Catra no tenía ni idea del gran fin de semana que aquel sería.

Retrasado como siempre ¿Debería cambiar la fecha de publicación para los lunes?