T2.47

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25 de diciembre y se sentía tan raro todo

Me levante primero que Ayleen por lo que prepare nuestro desayuno

En la noche no tuvimos ninguna acción ya que los dos nos quedamos completamente dormidos.

-Amor- sentí cuando me abrazo por mi espalda

-Feliz navidad mi reina- gire para besarla

-Feliz navidad amor- sonrió

-¿Así serán nuestra vida?- asentí rápidamente

-Sera mejor-

Ella me soltó un poco para dejarme cocinar el desayuno.

-Debemos abrir nuestros regalos- dijo emocionada

-Luego de desayunar pequeña- golpee su frente suavemente

Preparo la mesa, pero cuando nos íbamos a sentar ella se sentó en mis piernas.

-Estas muy cariñosa- sonreí

-Solo que tenemos unas cositas pendiente de anoche- mordió su labio inferior

-Nena si lo hacemos esto será un no parar y los regalos se quedarían hasta la noche- la señale

Ella se quedo mirándome sin decir nada.

Ella ni lenta ni perezosa se sentó mas cómoda logrando que nuestras partes intimas entraran en contacto.

Su lado latina comenzó a salir.

-Nena no juegues con fuego-

-Quiero quemarme- me miro de forma sensual

Trate de ignorar sus movimientos, aunque mi miembro no pudo ignorarlo.

-Nena dios- golpee una de sus nalgas mientras me acomodaba para sentir más la fricción de nuestros cuerpos

Ella solo jugaba conmigo a su antojo

Eche un poco su pantalón corto a un lado para notar que no llevaba bragas.

-Así que andamos sin bragas- la toque sin ningún pudor

-Te dije que dejamos algo pendiente anoche- continúo desayunado

-Podemos mejorarlo- me saque mi miembro y lo inserte sin ninguna pausa.

Ella no se movía para nada ahora.

La tomé de sus caderas y comencé a moverla a mi antojo.

-Si me enciendes ahora pagas las consecuencias-

Me levante de la silla para arremeter contra de ella.

-¿No vas a gemir?- ella me miro y se estaba mordiendo su labio inferior

-No- sonrió

Eso hizo que arremetiera más rápido contra su cuerpo.

Ella no lanzaba ni un gemido.

-Que quiero escucharte gemir-

Nuestros movimientos se hacían cada vez más rápido.

-Vamos nena- no se porque me encendía cada vez más el hecho de que no gemía en ningún momento.

Me salí de ella para llevarla al sofá.

La senté mientras le quitaba sus pantalones cortos.

-Mi meta es que gimas- abrí sus piernas para meter mi miembro

Jamás había sentido tanto deseo por una mujer.

Tuve que colocar mis manos a su lado para poderme mover más rápido.

Holidays with my BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora