Ayleen Park
-Si no llego a entrar posiblemente se hubieran comido la boca- la miré mal
-Me hubiera gustado ver eso- le tiré un cojín a Alejandro
-Espero que te hayas estacionado a dos cuadras de aquí si no quieres problemas con tu jefe y amigo- fui un poco sarcástica con él
-No te preocupes lo importante es que él no me note- reí mientras terminaba de arreglarme mi cabello
-El vestido es hermoso- susurro Scarlet mirándome
-Yo prefería otro, pero para él era mucho- subió sus hombros
-Creo que es mucho, me hubiera gustado más sencillo- me mire por ultima vez
Ya estaba tarde cinco minutos así que mi jefe puede estar cabreado en su auto esperándome
-Por dios se abre todo con esa pierna- señaló Alejandro y me tape
-Por eso hubiera preferido otro- camine un poco más lento para que no se abriera mucho
-Los veo después y no hagan nada en mi apartamento- los señale mientras sonreía
No negaré que estaba nerviosa
Cuando llegue afuera él estaba recostado de su auto mirando su celular.
-Lo siento- me disculpé cuando llegué a donde él estaba
Primero me miró por completo.
-Estas hermosa- susurro mientras me abría la puerta
-Gracias- sonreí para subirme a su auto
El estaba muy elegante incluso tenía la corbata con el mismo color de mi traje.
Todo el camino estuvimos en silencio.
Al llegar el lugar todo era símbolos de dinero.
El portero me abrió la puerta del auto permitiéndome bajar
-Gracias- sonreí
Gael llego a mi lado pasando su mano por mi cintura
-Hace frío- susurre ya que aunque tenía un abrigo podía sentir la brisa
-Ya mismo entramos- me pegó más a su cuerpo intentando darme calor de cierta forma
-Gael Mercier- el caballero de seguridad rápidamente nos dejó entrar
Un chico me quitó mi abrigo para luego sentir como Gael entrelazaba nuestras manos haciendo que me pusiera nerviosa.
-Ven- me pegó más a él mientras nos adentramos entre la gente
-Ve suave que se me abre mucho el vestido- le mostré mi pierna
-Dios- intentó mover la tela de mi vestido
-Lo romperás- reí mientras él no sabía ni que hacer
-Gael Mercier- nos giramos para encontrarnos con uno de sus mayores socios
-Saludos- tomó su mano mientras se ponía serio
- ¿La señorita? – me señaló y Gael rápido me puso a su lado
-Mi novia- solo logre sonreí ante su mentira
-Muy hermosa la dama- intentó besar mi mejilla, pero automáticamente me retire
-Lo siento, solo no me gustan los besos en mis mejillas- mentí
-No se preocupe dama- sonrió para seguir por su camino
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Holidays with my Boss
Romansa¿Qué pasaría si tu jefe te pide ser su pareja por las fechas festivas? Un cambio en mi contrato cambia todo. Un despecho por una ruptura hace que acepte por puro desquite. Él es todo el jefe amargado que no permite que nadie se meta en su vida priva...