Gael Mercier
-Ayleen Park- estiró la mano que tenía nuestro anillo
-Gael Mercier- estreche nuestras manos con una sonrisa
-Toma asiento- señaló
Asentí para sentarme frente a su escritorio
Al principio nos quedamos en silencio sin saber qué decir.
-¿Cómo haz estado?- rompí con él hielo
-Muy bien, aunque con mucho trabajo en el último año- asentí
-Bueno vamos a lo que vinimos- cruce mis brazos
Ella sin apuro colocó frente a mi un contrato.
-Me gustaría abrir una tienda en su centro comercial- que me hablara de usted no me gustaba mucho
-Como así señorita Park o debo decirle señora- tire mi táctica para saber que había sucedido en estos dos años
-Amor te traje algunas telas- entro un chico sin tocar la puerta
-Lo siento no sabía que estabas reunida- se disculpo
-Señorita por ahora esta bien y no te preocupes Michael, deja las telas en donde sabes luego hablamos- le sonrío para que el saliera de la oficina
-¿Tu pareja?- no pude evitar preguntar
-No estamos aquí para hablar de mi vida privada, sino para hacer una colaboración- dijo sin mirarme
Levante el documento que tenía frente a mi y ella conocía muy bien como eran mis contratos ya que lo había redactado muy bien
-No veo porque no pueda aceptar esto- levante el documento
Tenía demasiadas dudas sobre ella.
¿Que hizo estos dos años con su vida?
¿Me olvido?
-Veo que no te quitaste el anillo- señale mientras la veía firmar
-Son los anillos de mis padres, ¿porque no lo llevaría conmigo? - le daba el punto de todas formas
Me hubiera gustado otra respuesta para ser honesto
-¿Por qué no te quitaste el anillo?- señalo esta vez mi mano
-No tengo porque contarle mi vida privada- sonreí mientras me ponía de pie
-Bueno la veré en mi empresa- estire mi mano para despedirme
Realmente no me quería ir, no quería volverme alejar de ella, pero no soy nadie en su vida en estos momentos.
Solo fui su jefe con el cual tuvo algo y nada a la misma vez.
-Mi ayudante lo llevara a la salida- asentí para salir de ahí
Me dolía saber lo alejado que nos encontrábamos los dos en estos momentos.
Al salir de su pequeña empresa o tienda fui directo a la mía.
Al llegar fui directo a la oficina de Alejandro.
-Con los dos deseaba hablar- tire la puerta con fuerza
-Vale, pero primero la puerta no tiene la culpa de tu cabreo- me señaló Alejandro
- Dime necesitas un té para calmarte o te calmas solo- sabía que se había enojado
-Vale, lo siento, pero es tu culpa- dije sin más
ESTÁS LEYENDO
Holidays with my Boss
Romance¿Qué pasaría si tu jefe te pide ser su pareja por las fechas festivas? Un cambio en mi contrato cambia todo. Un despecho por una ruptura hace que acepte por puro desquite. Él es todo el jefe amargado que no permite que nadie se meta en su vida priva...