- ¿Su hermana? – cambie mi mirada para no matarlo
- ¿Desde cuando querías conocerme querida? – la mire bien
-Somos novios hace cinco años y ahora nos comprometimos- levanto su mano mostrándome uno de los anillos que muchas veces le dije a él que me gustaba
-Espero estar invitada a la boda – sonreí mirando a Matthew
-Amor ¿sucede algo? – me sorprendí de sentir la mano de mi jefe en mi cadera, pero necesitaba apoyo moral en esto
-No, solo conociendo a la futura esposa de mi expareja de hace nueve años. Mira ellos son novios hace cinco años- los señale sonriendo, pero ambos no tenían ni una pizca de gracia
-Ah entonces no es un placer conocerte señor, mi querida novia me comento todo el daño que le hiciste- puras mentiras salían de esa boca en este momento
- ¿Expareja? – el tono chillón de la chica hizo que mi tímpano doliera
-Si, él termino conmigo el 31 de octubre, pero no te preocupes te puedes casar con un mentiroso, patán que nos uso a las dos- sonreí
Claro que quería llorar había sido una cornuda por cinco años de nuestra relación.
-Bueno lamento este encuentro tan repentino, pero debemos irnos- mi jefe tomo mi mano para sacarme de ahí
No entendía nada de lo que había pasado
-Necesito un tiempo sola- me solté de su agarre
No deje que me respondiera y camine en la dirección opuesta a él.
Sentía como por fin un velo de mis ojos había sido rasgado.
Pensé que seriamos la pareja perfecta, pero al parecer yo misma me mentí.
Ahora entendía porque para algunas fiestas el se iba antes diciendo que había ocurrido algo con su familia.
Al fin sabía porque no había vuelto a ver a su familia.
Solo había un lugar en el cual podía llorar sin quizás ser tan juzgada.
Mis pies se movían solo lo cual se lo agradecía de cierta forma.
Sentir la brisa fría pegarme en mi rostro logro regresarme a la realidad.
El techo del centro comercial no era lo más bonito de todo, pero la cuidad si estaba hermosa.
Camine hasta el borde donde había una baranda que me mantenía a salvo.
-Si quieres llorar hazlo no te pienso juzgar- su voz me asusto un poco, pero cuando miro a mi lado el esta dándole la espalda al paisaje mientras mira a una dirección contraria a mi
Asentí y volví a mirar hacia el horizonte necesitaba llorar.
Como si su comentario hubiera sido el detonante para todas mis emociones llore en silencio.
Solo pensar en todo lo que había sucedido los últimos meses me dejaba ver lo tonta que fui en un punto y lo ciega.
-Acepto-
- ¿Cómo dijiste? – se que no debía creer lo que estaba diciendo
- Acepto pasar las fiestas navideñas con usted- lo mire luego de secarme mis lagrimas
No se si era lo correcto, pero con despecho nadie piensa bien.
- Perfecto – por primera vez lo vi sonreír
-Señorita Park es un placer hacer tratos con usted- me ofreció su mano, pero lo mire mal
-Solo una condición- lo mire seria
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Holidays with my Boss
Romance¿Qué pasaría si tu jefe te pide ser su pareja por las fechas festivas? Un cambio en mi contrato cambia todo. Un despecho por una ruptura hace que acepte por puro desquite. Él es todo el jefe amargado que no permite que nadie se meta en su vida priva...