Gael Mercier
-Amor- ella saltó a mis brazos cuando me vio llegar
-Mi vida- la abracé con fuerzas
-Llegas tarde- se bajó de mis brazos
-Fue un día lleno de reuniones- le sonreí para que no sospechara nada
-Hice la cena- mostró la mesa y estaba llena de comida
-Gracias amor- sonreí mientras me quitaba mi saco
-¿Te bañaras o comerás primero?- pensé un poco
-Vamos a comer muero de hambre- tome su mano para ir juntos a la mesa
No podía dejar de pensar en lo que había pasado en el día.
No quería que ella sufriera por culpa de otra persona.
-¿Te pasa algo?- toco mi mano
-No- le sonreí
Quizás estaba pensando todo mucho.
Quería resolver lo más pronto posible todo.
No sabía que me estaban robando desde hace dos años y bajo su nombre.
Claramente ella no había sido y estaba muy seguro de eso.
Luego de comer limpie los platos sucio para que ella pudiera descansar.
-Estas muy callado- sentí como me abrazaba
-Cosas del trabajo- dije sin más
No quería ocultarle nada, pero a la misma vez no quiero que se preocupe por algo
-Bueno si no quieres contarme lo entiendo- gire para tenerla frente a mi
-Solo no quiero que te preocupes- la tome de sus mejillas para besarla
-Vale- sonrió para separarse de mi
-Limpiaré esto e iré a ducharme- ella asintió para irse a nuestra habitación
Pasé unos minutos limpiando hasta que fui a nuestra habitación.
Ella estaba centrada dibujando así que no la moleste y solo entre al baño.
Deseaba bañarse y dormir.
El cansancio posiblemente era evidente en mi.
Me quité la ropa y entré a la ducha.
Sentía como el agua caía por mi cuerpo y era la mejor sensación.
Cerré mis ojos para relajarme un poco, pero unas caricias me asustaron.
-No seas así amor- tome sus manos para sentir su desnudez en mi espalda.
-Quiero estar contigo- sentía besos en mi espalda
-Eso no se pregunta- la tome de sus mejillas y la bese
Amaba cada detalle de ella.
Mis labios iban desde sus labios hasta su cuello.
Sus manos acariciaban mi cabello y podía sentir como se ponía en puntillas para lograr besar apenas mi barbilla.
-Eres tan pequeña y frágil- la acerque mas a mi mientras el agua nos mojaba a los dos
La tomé en mis brazos logrando que ella enrollara sus piernas en mi cadera.
Verla mojada en todo el sentido de la palabra era lo más sexy de este punto universo.
-Dios- gimió cuando logre insertar mi miembro en su interior
La necesitaba en estos momentos.
Quería sentirla mía y saber que debo protegerla de quien quiera hacerle daño.

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Holidays with my Boss
Romansa¿Qué pasaría si tu jefe te pide ser su pareja por las fechas festivas? Un cambio en mi contrato cambia todo. Un despecho por una ruptura hace que acepte por puro desquite. Él es todo el jefe amargado que no permite que nadie se meta en su vida priva...