"Adam regreso"
Tom POV.
Mañana sería el día en el que al fin, sería el príncipe reconocido frente a todo el país y todo el mundo. Lo sabrían absolutamente todos, y ya no podría esconderme, no podría tener una vida normal. Cuando tenía los catorce o quince años deseaba esto.
Deseaba recorrer el mundo en el avión real, ocupar los mejores trajes, tener los mejores lujos y claro, vivir en el castillo. Ahora nada de eso importa, nada en absoluto.—Alteza. —Anuncia Frod alzando un poco la voz para llamar mi atención, me giro a mirarlo saliendo de mis pensamientos con el semblante serio y los puños apretados.
—¿Qué pasa? —Pregunto sin interés alguno.
—Me ha dicho que le avisé cuando su hermano hubiese llegado, Adam regreso. —Me dice mientras observa atentamente lo que hago, suspiro.
—Sal de aquí ahora y dile que lo necesito ver ya. —Le ordeno a lo que él asiente con la cabeza.
Aún no podía salir de esta estúpida habitación debido a que mis padres creían que haría una tontería. Sin embargo, necesitaba buscarla, necesitaba saber que todo esto era un mentira. Ya había pasado aproximadamente un mes encerrado aquí, sin saber de nadie. Mi aspecto en concreto no era el mejor, me paro enfrente del espejo y observo... tengo los ojos hinchados, unas ojeras moradas y pronunciadas, el cabello largo y revuelto, unos moretones en la mandíbula y en el pómulo derecho, de hecho, estos fueron hechos por la última vez que intenté escapar y me golpearon.
No reconocía a ese chico que había perdido peso, se veía cansado y tenía una cara amoratada y escuálida.—Su majestad. —Comenta mi hermano con ironía mientras va entrando a la habitación, me volteo exasperado y me abalanzo sobre él para comenzar a golpearlo, suelto el primer golpe en su mentón a lo que se queja. Entonces alguien me carga por la cintura y me aleja de mi hermano a jalones. Intento forcejear pero mi fuerza está bastante limitada por mi falta de apetito y de energía.
Me mira lleno de rabia desde el otro lado de la habitación, y el guardia sigue parado entre nosotros mientras nos observa con cautela.—No podré irme si siguen peleando, ordenes del rey. —Nos dice serio pero yo niego con la cabeza.
—Retírate ahora. —Contesto con un tono más alto y él vacila un poco, hasta que Adam habla.
—Retírate por favor, Frod. —Le pide—. Prometo no golpearlo... sé lo que mi padre desea. —Contesta el ojiazul muy sereno, lo que parece calmarlo porqué se va, sin más.
—Estaré en la puerta igual, alteza. —Anuncia y Adam asiente cuando pasa a su lado.
—¿¡Qué demonios le has hecho!? —Escupo las palabras—. ¡Te dije que no la tocarás, te dije que si lo hacías... —Me interrumpe.
—¡Escúchate maldita sea! —Exclama más alto, se lleva las manos al pecho y suspira mientras intenta mantener la calma—. En verdad me conmueves, me conmueve como eres su Romeo y ella tu Julieta... pero debes callarte un momento y escuchar, Tomas. —Me mira muy serio pero yo vuelvo a negar.
—¿Qué le has hecho Adam? —Insisto pero esta vez, mi voz se quiebra y algo en mí sólo quiere llorar. No puedo resistir más el no saber... el no entender que demonios pasó y por qué nadie me dice nada de ella.
—Yo... tengo muchas cosas que contarte y de verdad quisiera. —Me dice despacio—. Pero no puedo ahora, lo único que tienes que hacer... es seguir con el show ¿de acuerdo? —Su última pregunta suena muy tensa, sin embargo, no le creo.
—¿Qué? —Digo sin apenas aire. Él me mira atentamente—. Si la has matado te juro que... —Vuelve a interrumpirme.
—Ya no voy a tener esta maldita conversación contigo. Necesitas descansar Tomas. —Añade girando los ojos y se va. Intenté alcanzarlo pero las puertas se cerraron casi instantáneamente cuando él salió.
Nunca sabría que sucedió con ella. Él no iba a decírmelo, y yo no le veía fin a este maldito encierro.
[...]
Desperté con miles de personas más en la habitación, con un pequeño banquete enfrente de mi cama, servido en las mejores presentaciones que hubiese visto, también había personas colocando espejos por todo el cuarto y trayendo estuches repletos de maquillaje, telas y otras cosas. Hoy es la coronación, finalmente hoy es.
—Buenos días alteza, espero no le moleste hayamos irrumpido su descanso. —Me sonríe nerviosa una chica, parece bastante joven pero viste un atuendo bastante extravagante.
Yo niego con la cabeza y observo cómo se acercan otras dos a ayudarme a levantar... como si necesitara que me levantarán. Ellas me dirigen hacia el baño y la verdad, me siento extraño por sus amabilidades.
Al llegar al baño veo todo perfectamente limpio y arreglado, la bañera lista e incluso hay una esencia de menta por el lugar bastante presente. Las chicas me dejan ahí y cierran la puerta detrás de ellas, sé que tengo que ducharme y tratar de sentirme mejor, pero me siento como un idiota aquí sin buscarla.Me meto en la tina y me aseo, cuando termino me lavo los dientes, me pongo unos bóxers y salgo a la habitación con una toalla alrededor de la cintura, y el cabello escurriéndome.
Pensé que habían dejado las cosas en la cama y se habían marchado, sin embargo, siguen ahí y me miran con las mejillas ruborizadas algunas chicas. Otras sólo me ignoraron.—Maldición. —Susurro para mí, ellas evitan la risa, y una me pasa una camiseta de tirantes blanca. Me ayudan a vestirme con un traje bastante extravagante con decoros dorados.
Después de terminar de colocarme el traje y ponerme unos zapatos, una chica más baja que yo me obliga a sentarme frente a uno de los enormes espejos, y entonces comienza a ponerme maquillaje por toda la cara, recorta mis cejas y parece muy concentrada en mi cara, en especial en mis labios.
La miro y ella parece ponerse nerviosa, así que evito hacerlo, no logro mirarme en el espejo porque se encuentra enfrente mío muy concentrada con su colega pasándole las cosas. Sin embargo, alcanzo a ver como toma un lápiz, un artefacto algo raro que coloca en mis pestañas y hace presión.—¡Auch! —Me quejo y ella se disculpa innumerables veces—. No te preocupes... —susurro. Ella continúa aplicándome cosas con delicadeza, hasta que termina y me sonríe.
—¿He quedado ridículo, cierto? —Le pregunto a lo que se ríe.
—Ha quedado muy bien, alteza. —Anuncia una voz femenina detrás mío. Siento el corazón empezar a latir más fuerte y mis extremidades comenzar a temblar. Me levanto de la silla y trato de enderezarme, volteo y ahí está ella... sonriéndome.
—Chiara... —Murmuro observándola muy sorprendido.
[...]
¡Chiara ha vuelto! 🥰 pero... ¿podría haber más secretos?
Besoooos. 🖤
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𝘚𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 || TH
Teen Fiction¿Alguna vez has sentido el espesor del aire en tus pulmones luego de haber corrido a toda velocidad? ¿Alguna vez has sentido la ráfaga del aire cuando vas en un coche y te asomas por la ventana? ... Si tan sólo lo hubieras apreciado, si tan sólo lo...