"Cuatro meses y medio"
Habían pasado aproximadamente dos meses después de la última prueba de embarazo que me hice cuando estaba aún en casa. Seguía viviendo en el castillo y cada día era más extraño que el anterior. Todos los días salía con Isabel a platicar en el jardín y tomar aire fresco, jamás podría salir de aquí por órdenes del rey... no entendía porque querían mantenerme aquí, de igual manera no tenía el dinero para irme a ningún lado.
—¿Cómo te has sentido Chiara? —Me pregunta Isabel mientras observa el cielo con tanta paciencia. Estos días realmente había aprendido de ella, me daba consejos de maternidad, me trataba como una hija y era indiscutiblemente más abierta conmigo que con Tom o Adam. Quiénes pasaban todo el día en el gimnasio o boxeando entre ellos al grado de casi dejarse inconscientes. Seguían peleando cada día...
—Supongo que podría irme mejor... —resoplo mientras voltea a verme sonriendo.
—¿Aún no te acostumbras? —Arquea una ceja hacia mí.
—Creo que jamás terminaré de hacerlo... extraño a mis padres y a mi hermano. —Confieso con una media sonrisa mientras bajo la mirada por la amenaza de las lágrimas.
—Hablaré con Eduard y haremos una visita pronto... o haremos que vengan. —Sugiere muy optimista, sin embargo sé que él jamás permitiría algo así.
—Él jamás aceptará. —Le digo con los ojos llorosos. Suspira mirando al cielo.
—Podrá ser nuestro secreto entonces. —Añade. Mis esperanzas crecen y la observo con una enorme sonrisa.
—Gracias, Isabel... eres la única que ha sido paciente conmigo, en serio gracias. —Y era verdad, ella es la única que me ha demostrado empatía estos días, sin embargo esboza una mueca.
—Sabes que eso no es verdad... Adam ha sido inclusive servicial contigo. —Aprieto la mandíbula. En realidad no quería hablar de Tomas y Adam con ella, son sus hijos y yo sólo soy la... esposa de uno, y la madre del hijo de otro. Maldición.
—Él... me utilizó. —Contesto firme pero ella parece casi reír.
—Querida, sinceramente creo que te convences de eso para evitar pensar en lo que realmente sientes por él, es verdad que cometió un grave error... pero ese error que cometió te mantuvo con vida y... aún así sigue cuidándote. —Agrega serena, sin embargo me mira expectante. Es que no era él.
—Aunque quisiera entenderlo... —me corta.
—Estas enamorada de Tomas... —murmura a lo que dirijo mi mirada hacia ella. Ya lo sabía.
—Yo... —titubeo—. Si, es eso... —resoplo evitando mirarla.
—La misma historia se repite... —comenta irónica a lo que frunzo el ceño—. Bueno... lo mismo me pasó con Eduard y Jacob. —Agrega muy seria, entonces mi atención se centra totalmente en ella. Jacob es el nombre del padre de Adam.
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𝘚𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 || TH
Teen Fiction¿Alguna vez has sentido el espesor del aire en tus pulmones luego de haber corrido a toda velocidad? ¿Alguna vez has sentido la ráfaga del aire cuando vas en un coche y te asomas por la ventana? ... Si tan sólo lo hubieras apreciado, si tan sólo lo...