los mellizos Díaz llegan a los Ángeles California exactamente a Reseda ya que no contaban con el dinero suficiente para vivir en las colinas.
encontraron junto a su madre y su yaya unos pequeños departamentos allí. Un día cuando ambos hermanos salie...
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Cobra kai se encontraba en un deshuesadero de autos, esperando las instrucciones del Sensei lawrence.
–entrenaron duro. Se volvieron más fuertes, duros y rápidos. Se esforzaron, Estaré listos para este torneo, ¿no?– dijo Johnny.
–¡si, sensei!– se escucho al unísono.
–¡no!– grito Johnny desde arriba de un autobús mientras lanzaba la lata de cerveza salpicando a todos –si quieren ganar el torneo de karate sub-18, deben superar su esfuerzo. A partir de ahora, verán mi peor versión ¿entendido?–
–¡si, sensei!– gritaron todos.
–¿son fracasados?– pregunto.
–¡no, sensei!–
–¿son cerebritos?–
–¡no, Sensei!–
–¿están seguro de eso?– pregunto Johnny.
–no, sensei– dijeron todos.
Johnny se tapo la cara con ambas manos.
–muevan esos pies. ¡vamos!– grito el mayor mientras los chicos pasaban por unos neumáticos uno detrás de otro.
–sus enemigos los rodean. ¡destruyanlo!– ordenó Johnny.
Sofia tomó un bate y empezó a quebrar los vidrios de los autos y abollar algunos maleteros.
–vamos, enano. Bien hecho. ¡vamos– alentó Johnny a todos.
Ordenó que mantuvieran el equilibrio en una barra de metal y abajo había un montón de desperdicios lo más probable corto punzantes.
–no teman a nada, salvo al miedo mismo– dijo mientras pasaban los chicos por los neumáticos.
Aisha iba pasando y resbaló cayendo sofia ensima de ella, halcon y Miguel detrás.
–¿quieren ganar? Deben tener hambre– dijo Johnny dando un pequeño bocadillo a todos.
–gracias– dijo sofia metiendoselo directamente a la boca –tenía hambre–
–bien, ellos tambien– dijo Johnny soplando un silbatos.
En eso un montón de perros hambrientos salieron, sofia corrió y salto para agarrarse de unos fierros y colgarse, muchos lograron escapar pero Halcón no corrió con la misma suerte.
–bueno, ya basta dejen algo para el torneo– dijo Johnny mirando a sofia y Miguel pelear.
–¿por que somos los únicos aquí?– pregunto sofia secándose el sudor.
Miguel asintió mirando que dojo vacío.
–admitanmoslo ustedes dos son la única oportunid que tengo para ganar– admitió Johnny.
