los mellizos Díaz llegan a los Ángeles California exactamente a Reseda ya que no contaban con el dinero suficiente para vivir en las colinas.
encontraron junto a su madre y su yaya unos pequeños departamentos allí. Un día cuando ambos hermanos salie...
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progresas muy bien, ¿cómo sientes esto?– pregunto el doctor moviendo la muñeca de Sofia.
–mejor– dijo está comparada de Carmen.
–la abuela esta emocionada, ha cocinado mucho para cuando Miguel y tu vuelvan a casa– dijo carmen peinando a sofia.
El doctor alumbró con una linterna los ojos de Sofia.
–¿esta bien?– pregunto carmen.
–sus pupilas tardan en responder– dijo el doctor – pero de a poco irá mejorando. Es por su amnesia– explicó este.
Sofia asintió preocupada.
–¿podré recordar pronto?– pregunto sofia.
–un día a la vez. Necesito hablar con tu mamá un poco– dijo el doctor.
Este salió de la sala seguida por carmen.
Por la ventana de la sala, se podía ver como carmen lloraba a medida que el doctor le hablaba. Sofia no sabía que ocurría pero se sentía realmente mal.
–hola– dijo jazz entrando lentamente por la puerta.
–hola– dijo sofia apenas.
–¿sucede algo?– pregunto jazz sentándose en la silla que estaba a un lado.
–tengo el presentimiento que me costará más de lo que pensábamos recordar. No puedo evitar sentirme mal a ver a mi mamá llorar cada vez que habla con un doctor– dijo sofia con lágrimas en los ojos – todo esto es mi culpa–
Jazz abrazo a sofia.
–no lo es– dijo está –quizas te cueste recordar que paso. No soy la persona indicada para contarte sobre tu vida o ayudarte a recordar, pero créeme que puedo apoyarte a que lo hagas–
Sofia sonrió.
–muchas gracias jazz– dijo está abrazándola fuertemente.
–y sobre lo del dinero– jazz se sento en la camilla –¿le dijiste a tu madre?–
–aún no, pero pienso decírselo. De igual manera me sobro mucho dinero– explicó sofia –la caja decía ahorros para mi universidad–
Jazz asintió.
–me quedan tiempo para recuperarlo–
–¿recuperar que?– dijo carmen llegando.
Sofia se asusto.
–¡ay! Me asustaste– sofia dijo dramáticamente.
–¿recuperar que?– volvio a decir carmen.
–¿recuerdas la caja que me diste? ¿La de los recuerdos?– dijo sofia.
