los mellizos Díaz llegan a los Ángeles California exactamente a Reseda ya que no contaban con el dinero suficiente para vivir en las colinas.
encontraron junto a su madre y su yaya unos pequeños departamentos allí. Un día cuando ambos hermanos salie...
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–buen trabajo hoy chicos, arrasaron– dijo brayden chocando puños con los mellizos.
–¿si? No sentí que hiciera mucho– dijo Miguel.
–yo al contrario, me duele aún más la rodilla– dijo sofia con una mueca.
–no piensen en negativo, solo energía positiva– alentó brayden.
–lo tendré en cuenta– dijo Miguel tratando de sonar positivo.
Este se dio una media vuelta en la silla de ruedas para ir al departamento con sofia detrás del el, tratando de ocupar una muleta.
En eso una revista apareció delante de Miguel.
–¿qué es esto?– pregunto Miguel.
Sofia tenía una mueca en su rostro por el dolor que sentía.
–esta es una colección de las chicas más ardientes de 1988. No puedes verlas si no la tomas– dijo Johnny desde el balcón de arriba.
–miguel– murmuro sofia.
Miguel trato de tomar la revista pero no pudo ya que Johnny la alzó.
–tendrás que esforzarte mas– dijo el mayor.
–Miguel– volvio a murmurar sofia.
Esta sintió un dolor en la cabeza que había que todo diera vueltas.
–sabe que puedo buscarlas en mi teléfono–
Logro escuchar sofia antes de desmayarse.
–sofia– se escucho un murmuro –¡sofia!– se escucho más fuerte.
La morena poco a poco abrió los ojos encontrandose con Johnny.
–¿qué pasó?– susurro esta tocandose la cabeza.
–te desmayaste– dijo Miguel triste.
Sofia asintió mientras era levantada por Johnny. Esta se quedó en silencio su mirada se apago reflejando absolutamente nada.
–quiero ir a mi habitación– sofia dijo mientras extendía su mano para que Miguel entregará su muleta.
Miguel lo hizo y esta la tomo yéndose de ahí.
La morena entró directamente evadiendo las preguntas de su madre, entró a la habitación y la cerró con fuerzas poniéndole llave.
Tiro la muleta al suelo y se acostó en su cama, las lágrimas no tardaron en salir por sus ojos, la presión que sentía en el pecho paso directamente a su garganta formando un doloroso nudo.
–¿por que?– susurro esta mientras negaba.
Esta sentía un enorme dolor en ella, el solo pensar que quizás no vuelva a recordar a nadie la estaba carcomiendo por dentro, que cada vez que hace el esfuerzo por mover la pierna sienta un dolor que no se lo daría a nadie.
